Una familia de enfermeros del hospital Mercy que perdió su casa ubicada en el suroeste de Miami-Dade en un incendio hace una semana, recibieron el viernes una grata sorpresa.
Familia de enfermeros que perdió su casa en un incendio recibe una grata sorpresa gracias a un joven
Steven Ferreiro, de 16 años y quien dirige la organización sin ánimo de lucro ‘Helping Others and Giving Hope’, supo lo que les había ocurrido y decidió movilizar a sus amigos para ayudarlos. La familia esta noche tiene un techo de nuevo.
El día del incendio, Ryan y Ayleen Apathy corrieron a ver qué sucedía tras recibir una alerta sobre algo que estaba mal en la casa y cuando llegaron la vieron destruirse en tan solo instantes por las llamas. Y aunque afortunadamente ni ellos ni sus dos hijos se encontraban en la casa, el fuego se llevó a Mac, su mascota, el consentido de todos.
“Perder lo que teníamos dentro de la casa fue muy duro, pero al final son cosas que se recuperan, lo que todavía nos duele es lo que le pasó a nuestro perrito”, comentó Ayleen.
Médicos, enfermeros como los Apathy y el personal de primera línea, se han convertido en los héroes de esta pandemia del coronavirus.
Por esto, cuando Steven Ferreiro, un joven de 16 años que dirige la organización sin ánimo de lucro ‘Helping Others and Giving Hope’, supo lo que les había ocurrido, decidió hacer algo.
El joven dice que vio el caso de la familia en internet y de inmediato se puso en contacto con ellos y algunos amigos, y con su fundación reunió dinero y buscó aliados para darle un techo a la familia.
Este viernes les dieron la gran sorpresa, de que ya tenían nuevamente un lugar donde vivir, gracias a la empresa AHS Residential.
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Álex Ballina, director AHS Residential, explicó que les darán el apartamento de dos alcobas y dos baños, por tres meses, con la renta pagada de tal forma que puedan organizarse de nuevo.
La fundación también está consiguiendo donaciones de muebles, para que ellos puedan llenar su nuevo hogar y así poder comenzar a reponer de alguna manera lo que perdieron en el incendio.
“No hay palabras para describir el agradecimiento que sentimos por estas personas”, concluyó Ayleen.














