América Latina
En fotos: las historias de los cubanos deportados de Ecuador a través de los objetos que dejaron atrás
La madrugada del 6 de julio de 2016, casi 150 cubanos fueron detenidos en Quito por la Policía de Migración ecuatoriana. La mayoría fueron deportados a la isla. Estas son sus historias contadas por los objetos que no se pudieron llevar.
Los cubanos que fueron deportados el año pasado de Ecuador estaban acampados en un parque de Quito como medida de presión para conseguir que se abriera puente humanitario que les permitiera llegar a México y cruzar a EEUU. Sus objetos personales fueron llevados por la Policía, y un grupo de activistas de DD.HH. los recuperó. Entre los que nadie reclamó, hay fotografías como esta.
Edu León
Entre los detenidos había incluso niños, que permanecieron primero en calabozos de la Policía y luego fueron llevados a un centro de detención de extranjeros, un antiguo hotel que se convirtió en cárcel, el Hotel Carrión.
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Muchas billeteras fueron olvidadas. No había dinero dentro, solo algunos papeles con teléfonos apuntados, estampas religiosas, fotos y recuerdos.
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Los familiares de los detenidos permanecieron fuera del centro de detención mientras duró el proceso de deportación.
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Las cartas que no pudieron recuperar los deportados estaban fechadas en Holguín o La Habana. Son de familiares que les dan ánimo a todos los que optaron por emigrar o exiliarse.
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Los familiares de los detenidos tenían incluso sus maletas, eran personas que no habían conseguido trabajo en Ecuador y que no tenían para pagar la renta de un piso, por eso pedían ayuda para continuar con su viaje.
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Entre las cosas olvidadas incluso habían carnés de identidad y pasaportes, como este, que tenían una visa de comercio impresa que se había caducado.
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El contingente de policías durante el proceso de deportación fue numeroso. Incluso llegaron efectivos de la Unidad Antimotines que suelen aparecer en momentos de mayor conflictividad.
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Un álbum de fotos completo está entre los objetos que dejaron los cubanos. En él se ven instantáneas de una boda, momentos felices que pertenecían a alguno de los deportados.
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Los cubanos se tenían que comunicar a través de gritos con los detenidos. No hubo momentos de visita, ni oportunidad de despedirse.
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Entre los objetos olvidados hay pruebas de su formación, certificados de estudios y más documentos que les exigían para regularizar su situación.
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Los escasos momentos que hubo posibilidad de hablar con ellos fue a a través de las ventanillas de los buses policiales que los llevaban del centro de detención a los juzgados donde se tramitó la deportación masiva.
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En muchas de las fotos aparecen niños, los hijos que dejaron en Cuba y que en muchos casos eran su razón de emigrar.
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Los familiares de los deportados no tuvieron acceso a las audiencias de deportación. Todo se resolvió una madrugada y la prensa no tuvo acceso a la corte.
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Más recuerdos: una ecografía que acompañaba el viaje de alguna persona.
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La larga espera durante la noche de las deportaciones. Las personas esperaron la decisión de los jueces en la calle, a la intemperie.
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Las fotos tamaño carné que seguramente tenían los cubanos para arreglar su situación.
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Un grupo de activistas quiteños acompañó a los cubanos detenidos. Durante las audiencias de deportación se plantaron en la calle y buscaron la solidaridad de los conductores y transeúntes.
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