Víctor Brantley, de 45 años, trabajaba en la librería de la escuela secundaria South Dade y, al parecer, también era pastor de una iglesia. Una jueza le impuso este miércoles una fianza de 5,000 dólares y le prohibió usar las redes sociales, ya que a través de una de ellas fue que contactó al menor para llevarlo hasta su casa. Ahora enfrenta por lo menos cinco cargos, entre ellos abuso y pornografía infantil.