Según las autoridades, luego de realizar pruebas de ADN se pudo concluir que Roberto Fernández, un brasileño que vivía en Miami a finales de los años 90, fue el responsable de acabar con la vida de tres mujeres que padecían de problemas de adicción y prostitución. Cabe aclarar que el sujeto falleció en el 2005 al caerse el avión en que viajaba, justo cuando escapaba tras ser acusado del asesinato de su mujer.