Invasión de Rusia a Ucrania afectaría el mercado inmobiliario del sur de Florida

La invasión de Rusia a Ucrania podría traer cambios al mercado inmobiliario del sur de Florida, por las sanciones económicas en contra de Rusia y algunos de sus ciudadanos. Esto se notaría especialmente en el área de Sunny Isles Beach, donde hay una gran población de ambos países.

Sunny Isles Beach, una ciudad de cerca de 2 millas cuadradas, se caracteriza por sus altas torres y congestionadas calles, y porque para el 8% de la población su primer idioma es ruso.

“Es ‘Moscú by the sea’ (Moscú junto al mar)”, dice José Lima, quien tiene 25 años de experiencia como agente de bienes raíces en Sunny Isles Beach, a la que también le llaman ‘El pequeño Moscú’.

Pero la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones internacionales contra el gobierno de Vladimir Putin por este acto de guerra, está trayendo cambios a esta zona.

“Tengo un cliente que envió un depósito de 18,000 dólares desde Rusia pero en la transferencia de allá (Rusia) para acá (EEUU), no lo recibimos”, dice Lima.

Una entidad estadounidense retuvo el dinero proveniente de Rusia.

Para Lima no hay otra explicación que las sanciones impuestas a Rusia que emitió el gobierno Biden, cuyo blanco, en este caso, son la elite rusa y sus familias.

El experto en bienes raíces dice que aún hay que esperar a ver si rusos o ucranianos se apresuran a comprar más en Sunny Isles Beach.

Dice que el precio promedio de una propiedad en el área, cerca del intracoastal, es de unos 400,000 a 500,000 dólares, en adelante. Y sobre la playa supera el millón de dólares.

Además, señala que duda mucho que tanto rusos como ucranianos que tienen propiedades en este sector del sur de Florida, las vayan a vender ahora.

Amigas rusa y ucraniana residentes del sur de Florida

Noticias 23 habló con dos amigas que viven en el área de Sunny Isles Beach y visitan juntas un mercado de productos típicos de su región, una de ellas es rusa y la otra ucraniana.

“No necesitamos esta guerra, estos dos países son vecinos, éramos hermanos”, dice Tanya Quitova, una ciudadana rusa residente del área.

Su amiga, Elvira, oriunda de Ucrania, dice que su hermana y su familia están escondidos en una estación de trenes bajo tierra en Kiev, y que no sabe nada de ellos, y pide porque apliquen lo que sea necesario, para que acaben pronto la guerra.