En horas de la noche del miércoles el funcionario anunció que dejará la gobernación a partir del viernes 2 de agosto, después de casi dos semanas de protestas multitudinarias y presiones de la comunidad. El escándalo y la crisis política fueron protagonistas después de que se filtraran conversaciones de Rosselló con miembros de su gabinete que fueron calificadas como ofensivas, sumadas a denuncias de corrupción e irregularidades.