Su familia la presionó y se entregó: en la cárcel sospechosa de estafar con rentas en Homestead

Permanece en la cárcel Priscilla Marie Contreras, una de las tres personas sospechosas de estafar a varias personas que querían rentar una casa en Homestead.

La mujer de 32 años fue presionada por su propia familia para que se entregara a las autoridades, según dijo la policía.

Este lunes Contreras estuvo en una corte en donde un juez le otorgó una fianza de más de $40,000, suma que aún no ha pagado y que al cancelarla, debe demostrar que no proviene del dinero de las víctimas del caso.

La sospechosa enfrenta cargos de robo en mayor cuantía, esquema organizado para cometer fraude, hacerse pasar por un agente inmobiliario sin licencia y usar un dispositivo de comunicación ilegalmente.

Además, estará en arresto domiciliario y debe entregar su pasaporte.

Los detectives aún buscan a los otros dos sospechosos de este caso, Yordani Carriles Díaz, de 43 años, y Deinoser Bravo, de 47 años.

Hay 9 familias estafadas en Homestead

Michelle González dijo que se mudó este martes a la vivienda ubicada en el 1522 del sureste de la 16 avenida de esa ciudad, luego de pagar $4,650 dólares en dos partes, a través de transferencias de la aplicación Zelle .

La mujer explicó le dio el dinero a una mujer que fungió como agente de bienes raíces frente a los supuestos dueños, quienes aparentemente eran dos hombres.

Cuando la inquilina llegó a la casa se encontró con otro joven y su pequeña hija, "me dice ¡yo me voy a mudar ahí! Y yo le digo, que yo me estoy mudando”, contó Michelle.

En ese momento el hombre le aseguró a ella que le había dado un depósito a los supuesto dueños, a quienes ella también les entregó un dinero para mudarse. De pronto comenzaron a llegar más personas, quienes estaban en la misma situación.

“Como una hora más tarde me dijo que todo estaba aprobado y que cómo le íbamos a hacer el depósito. Enseguida se lo envié por Zelle y me dijeron que les cancelara la transacción y que por favor se los trajera cash”, dijo María Karla Urría, otra mujer que también alquiló la vivienda.