El alcalde Francis Suárez explica que la medida nace tras una votación llevada a cabo esta semana en la comisión de la ciudad para que el gobierno federal frene los intercambios culturales en los que los artistas de ese país, “desafortunadamente”, se han convertido en métodos para que el gobierno comunista-castrista llegue a Estados Unidos y pueda “burlarse de nosotros, ganar dinero y regresarlo” a su territorio sin ninguna consecuencia.