El tiroteo del 14 de febrero de 2018 en la pequeña comunidad de Parkland, en el sur de Florida, cambió la vida de sus habitantes. Los sobrevivientes de la tragedia y familiares de las víctimas se convirtieron en activistas por el control de armas y cada día recuerdan a los 17 fallecidos en uno de los peores tiroteos masivos en una escuela de EEUU.