El abogado de inmigración Elías Mendoza aseguró que uno de los aspectos positivos de una ciudad santuario es que las familias indocumentadas pueden llevar sus hijos a las escuelas, ir a trabajar y cumplir con sus obligaciones sin miedo a ser reportados ante el gobierno federal. Sin embargo, el abogado aclaró un aspecto negativo, es que los recursos económicos que el gobierno destina a esas ciudades está en riesgo debido a la nueva política de la actual administración.