Nadie sabe cómo esta pequeña rana viajó en una caja plástica de ensalada que fue servida en el plato de comida de Becky Garfinkel en California. Lo cierto es que sobrevivió y cuando ella la encontró, no se le ocurrió otra cosa que ponerle un nombre y adoptarla como otra mascota más de la casa. La tienda donde compró los vegetales, Target, solo le ofreció devolverle su dinero, mientras la compañía empaquetadora de ensaladas dice que investiga lo sucedido.