Desde la década de 1950 los burros silvestres han sido parte del paisaje montañoso de Moreno Valley, en Riverside, donde se estima que viven entre 300 y 500 ejemplares que suelen deambular por zonas urbanas en busca de comida, lo cual incrementa el riesgo de accidentes carreteros y pone en juego la vida de los mismos animales, por lo que las autoridades impondrán multas a quienes los alimenten o acosen.