La asambleísta de California, la demócrata Cristina García, una de las más visibles activistas del movimiento #MeToo (Yo también) en contra de agresiones sexuales, es el centro de una nueva denuncia de un exempleado que alega que fue despedido en 2014 por haberse negado a jugar al juego de la botella.
Legisladora líder del movimiento #MeToo es acusada de despedir a un asistente por no participar en un 'juego de la botella'
A las acusaciones de las últimas semanas contra Cristina García, legisladora de California, por supuestos manoseos, hablar de sexo delante de los empleados y beber alcohol en el trabajo, ahora se suma esta nueva denuncia de comportamiento sexual inapropiado.

El nuevo denunciante, David John Kernick, es un exrepresentante de García que asegura que la legisladora demócrata del sur de California le sugirió tras un evento de recaudación de fondos en ese año que jugaran a 'girar la botella' en su habitación de hotel, según la denuncia.
La demanda presentada ante el Departamento de Empleo y Vivienda Justa detalla que el empleado fue luego señalado por "insubordinación" tras cuestionar la sugerencia de García y que fue despedido dos días después.
La legisladora, quien ha sido acusada epetidas veces por presuntos comportamientos sexuales inapropiados, se separó de su cargo momnetáneamente y niega todas las acusaciones.
Kernick además dice que García era hostil con su personal y que su comportamiento rozaba el maltrato.
"La señora García era muy despectiva con el personal y otros, usaba lenguaje vulgar, discutía temas inapropiados para el lugar de trabajo y se mostraba vengativa por naturaleza ", dice la denuncia.
Previo a la acusación de Kernick, hubo una serie de señalamientos por presunta mala conducta sexual contra García, algo que ella ha negado desde el comienzo.
El pasado 8 de febrero, el sitio web Politico informó sobre la acusación de un primer exmiembro empleado de García que decía que lo había manoseado.
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Daniel Fierro dijo a esa web que en 2014, García, una influyente figura demócrata que además preside el Comité Legislativo de Mujeres y el Comité de Recursos Naturales, lo arrinconó y lo tocó.
Añadió que García parecía ebria en ese momento en que comenzó a acariciar su espalda, y que luego le apretó las nalgas e intentó tocar su entrepierna aunque él pudo liberarse e irse rápidamente.
Fierro mencionó el incidente a su exjefe, el asambleísta estatal Ian Calderon, quien hizo elevar el asunto al Comité de Reglas de la Asamblea, que inició una investigación.
Otro caso que Politico cita es el de un "prominente cabildero" de la ciudad de Sacramento, la capital estatal, que pidió anonimato "por temor a represalias" asegura que en mayo de 2017 García también lo "arrinconó" y le hizo una "propuesta sexual gráfica" y que "trató de agarrar su entrepierna" tras un evento.
El abogado de California, Dan Gilleon, reveló nuevas acusaciones de acoso sexual de cuatro exempleados anónimos esta semana.
Gilleon dijo a medios que sus defendidos relataron que García hablaba de su vida sexual frente a ellos y que bebía alcohol en el trabajo. Dijo que sus clientes decidieron presentarse después de que se hiciera pública la historia ded Daniel Fierro en Politico.
Una acusación chocante
Las denuncias contra García son especialmente llamativas porque fue una de las más activas en cuandto al movimiento en contra del acoso sexual que en 2017 se extendió en todo el país. García fue una de las más de 140 legisladoras estatales, lobistas y trabajadoras de la Asamblea de California que firmaron una carta en octubre pasado en la que pidieron que termine "la cultura del acoso" en la institución.
García, relató en aquel momento cómo un lobista la había manoseado en 2012, episodio tras el cual un senador estatal le pidió a ella que no denunciara los hechos porque el agresor era alguien influyente.
García, por su parte niega toda acusación: "En cada caso, estas acusaciones simplemente no son ciertas y son inconsistentes con mi sistema de valores personales y cómo intento comportarme como la funcionaria electa que soy. Creo que estas acusaciones son parte de un esfuerzo concertado para desacreditarme", indicó en un comunicado citado por The Washington Post.
La legisladora un permiso de ausencia voluntaria y no remunerada y dijo que abordará cada una de las acusaciones después de que se cierre la investigación.
"Tomé una licencia voluntaria sin pago porque me he comprometido a seguir el proceso (...) Por respeto a lo que exige el proceso, abordaré cada uno de estas acusaciones individualmente después de que se cierren las investigaciones sobre. (...) estoy segura de que he tratado a mi personal de manera justa y respetuosa. En cualquier caso, cualquier miembro de mi equipo siempre debería sentirse absolutamente libre de mencionar cualquier problema relacionado con el entorno de nuestra oficina, de modo que podamos abordar la situación y avanzar", dijo en un comunicado vía Facebook.

















