La familia de Andrés Banda, un inmigrante mexicano de 43 años hospitalizado por coronavirus en el Hospital Universitario de Loma Linda (LLUMC), está pidiendo entre lágrimas que no lo desconecten de las máquinas que lo mantienen con vida.
“Él me paraba la boca para que yo lo besara”: esposa de Andrés Banda pide que no lo desconecten
El 8 de abril está programada la desconexión de Andrés Banda de los equipos de soporte vital. El hospital argumenta que tiene muerte cerebral, pero familiares opinan que está consciente después de que ha interactuado con ellos.

“Él me paraba la boca para que yo lo besara, diciendo que todo está bien”, narró Dalia Banda, esposa de Andrés, a Univision 34 Los Ángeles.
“Inclusive yo le decía ‘estoy fea, no me he sacado la ceja’, y me dice que no, que estoy bien. Le dije ‘estoy fea, no me he arreglado’, ¿estoy bonita?, me dice ‘sí’”, añadió.
Después de haber sido operado, Banda dio muestras de estar reaccionando el 3 de marzo.
Previamente, los médicos lo habían declarado con muerte cerebral, pero su familia se niega a aceptarlo porque dicen que él sigue interactuando.
“Lo necesito conmigo, de verdad lo necesito”, dijo la esposa de Banda.
Con todo, la desconexión de Banda está planeada para el 8 de abril, por lo que la familia evalúa sus opciones en otros hospitales. Esa fecha ya había sido acordada en la Corte.
“No queremos que vayan a desconectar, eso es lo que me tiene angustiada, yo quiero que él siga, él le está echando muchas ganas y está demostrando que es bien fuerte”, dijo entre lágrimas su esposa.
El “milagro” que salvó a Banda
Andrés Banda, hijo del paciente, afirmó en una campaña de GoFundme que el hospital quería desconectarlo de los aparatos que lo mantiene con vida el 3 de marzo a las 5 pm, lo que finalmente no ocurrió, ya que despertó.
“El hospital está tratando de desconectar a mi papá del soporte vital alegando que tiene muerte cerebral y que ya no responde. Y nos presionaron para desconectarlo e incluso dijeron que nuestros deseos de mantenerlo conectado ya no son relevantes que tienen plena autorización para desconectarlo. Así que habían programado su muerte para el 3 de marzo a las 5 de la tarde”, dijo.
“Entonces fuimos a despedirnos por última vez esa mañana y él se despertó y comenzó a responder a nuestras órdenes simples, así que lo grabamos cumpliendo nuestras órdenes y mostramos los videos a los médicos y ellos todavía querían continuar con la ejecución. Dijeron que era la máquina la que causaba el ‘movimiento espontáneo’, pero claramente no lo era”, añadió
Ante ello, la familia contrató un abogado que logró el aplazamiento de la desconexión de Banda del equipo de soporte vital y ahora están pidiendo ayuda para cubrir sus honorarios legales y su propia manutención.
“Hemos tenido que perder muchos días de trabajo y algunos de nosotros incluso hemos perdido el empleo debido a todo el tiempo y el estrés de todo esto nos ha causado”, declaró.
El padre de familia trabajaba como tapicero en una modesta fábrica de muebles en Anaheim y la familia cree que se contagió de coronavirus en su trabajo.
La fe que sostiene a doña Dalia
Doña Dalia compartió que lo que le ayuda a vivir el estado de salud de su esposo es su fe.
Ella es una devota católica que todas las noches le pide a Dios por la salud de su marido y por fortaleza para ella.
“En las noches mi hinco y le pido a Dios que me de fortaleza, que se la dé a él, que me dé sabiduría, que me dé todo para salir adelante”.
Mientras esperan que llegue el 8 de abril, la familia ya estableció contacto con el hospital Stanford, al norte de California, para determinar si un trasplante de pulmón sería la mejor opción para Banda.



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