Cuentan su dramática experiencia las hijas de la mujer arrestada por la Patrulla Fronteriza

LOS ÁNGELES, California.- Era un sábado cotidiano para tres hermanas adolescentes que acompañaban a su madre, Perla Morales Luna, a pagar el alquiler de su vivienda en San Diego, California. Pero el día tomó un giro dramático cuando de la nada aparecieron agentes de la Patrulla Fronteriza y sujetaron a Perla. Sin inmutarse por los gritos de las menores, la subieron a empujones a una camioneta oficial.

“Traté de agarrar a mi mamá y me la quitaron”, relató a Primer Impacto Chantel Estrada, una de las hijas de Perla, sobre el momento en que sus fuerzas no le dieron para impedir el sorpresivo arresto. “Yo la estaba abrazando y me empujaron; y después de eso, cuando vi que ya no podía hacer nada, reaccioné y empecé a grabar”, continuó la adolescente de 15 años.

Perla, de 36 años, forcejeaba con los agentes fronterizos, mientras sus tres hijas imploraban entre gritos y sollozos que no se la llevaran. Todo fue en vano. La dramática escena fue captada en un video que se viralizó.

La Patrulla Fronteriza alega que la mujer es una organizadora de un grupo de traficantes de personas que opera en San Diego, pero dos semanas después del arresto la Fiscalía federal no ha presentado cargos contra esta madre, despertando las sospechas de la comunidad. Por el momento, la mujer solo enfrenta un proceso de deportación y está bajo custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).

El abogado de Perla, Andrés Moreno, insiste en que su clienta es inocente y es víctima de un sistema que puede expulsar del país a un indocumentado sin siquiera enfrentar una acusación formal. “Cuando una persona está en proceso de deportación, aunque no enfrente cargos, eso es suficiente para que los jueces determinen si la van a liberar o no”, lamentó el litigante. “Eso es parte de la injusticia en el proceso migratorio”, agregó Moreno.

La hija mayor de Perla, Yessica, de 17 años, aún no da crédito a lo ocurrido el pasado 3 de marzo. “Me sentía débil. Nomás pensaba en ‘¿qué vamos a hacer sin nuestra mamá?’”, contó. Esta adolescente dice que su familia no debería estar en una cárcel de ICE, sino a lado de sus hijas que tanto la necesitan. “Ella nunca me ha fallado como madre”, expresó con lágrimas.

Para Gabriela Lucero, de 12 años, la más pequeña de las hermanas, la detención la ha dejado afectada emocionalmente. “Todavía estoy triste. Cuando las personas hablan sobre ese tema me pongo a llorar, porque sí es triste, porque es mi mamá. La persona que me crió desde que estaba bien chiquita”, dijo.

Este caso capturó la atención nacional por la triste separación de esta madre y sus hijas. Pero dio un giro inesperado cuando la Patrulla Fronteriza acusó a la mujer de ser parte de una organización dedicada al contrabando de inmigrantes. La dependencia señala que ella “reclutó conductores para transportar indocumentados desde un área fronteriza remota en el este del condado de San Diego a una casa clandestina en National City, como parte de una organización criminal transnacional más grande”.

La agencia informó que algunos miembros de esa banda fueron arrestados cerca de Boulevard en enero pasado, poco después de que colaboraron en una actividad criminal. Perla evitó ser arrestada en ese operativo y, según la Patrulla Fronteriza, ella fue contactada telefónicamente para pedirle que se entregara pacíficamente, pero ella se negó.

Ante el riesgo de que se fugara, la agencia decidió montar un operativo para capturarla el pasado 3 de marzo, lo cual ocurrió cuando la mujer caminaba con sus hijas en una calle de National City.

Las tres hijas de Perla se encuentran bajo los cuidados de su tía materna. Las autoridades facilitaron el proceso para esta custodia temporal. Las menores no han podido visitar a su madre en la cárcel de ICE. Se ha programado una audiencia en un tribunal migratorio para el próximo martes, en la cual su abogado solicitará el pago de una fianza para reunificar a esta familia.