LOS ÁNGELES, California.- Keith Ávila, un chofer de la empresa Uber, nunca se imaginó que el viaje que emprendió el lunes de una residencia a un hotel acabaría con una denuncia policiaca y el rescate de una adolescente víctima del tráfico de personas.
Chofer de Uber rescata a una adolescente víctima de explotación sexual
Un taxista hispano de la empresa Uber en el norte de California llamó a la policía al darse cuenta que su joven pasajera estaba siendo instruida para prostituirse.

Ávila explicó, en una entrevista con Univision, que todo comenzó cuando arribó a una zona residencial a recoger a tres pasajeros que habían solicitado ser transportados a un hotel ubicado en la ciudad de Elk Grove en el norte de California.
Dos mujeres y una joven abordaron el vehículo del hispano, pero durante el trayecto Ávila dijo que la vestimenta de la adolescente y la conversación entre las tripulantes lo llevaron a sospechar que estaba presenciando un posible delito.
El conductor recordó que la adolescente vestía una falda “muy corta” y que las otras dos mujeres que iban a bordo del carro le estaban ‘aconsejando’ sobre cómo debería comportarse al llegar al hotel.
“Antes de que hagas cualquier cosa y entres en la habitación tienes que pedir el dinero primero”, fue parte de la conversación que escuchó Ávila.
“Cuando yo oí eso, ya sabía lo que estaba pasando”, afianzó el hispano.
Una vez que arribó al hotel y las mujeres salieron del carro, Ávila entró en acción y notificó a las autoridades locales.

Christopher Trim, portavoz del Departamento de la Policía de Elk Grove, dijo que los agentes del orden respondieron rápidamente y al entrar a la habitación encontraron a la adolescente –una menor de 16 años –y un hombre involucrados en un acto sexual.
El hombre fue arrestado y las dos mujeres que acompañaban a la menor también fueron detenidas, según confirmó Trim. Los sospechosas, identificadas como Destiny Pettway, de 25 años y Maria Westley, de 31, enfrentan cargos por explotación sexual de un menor y proxenetismo. Se les impuso una fianza de 50,000 dólares.
Las autoridades determinaron que la joven era víctima de explotación sexual y la trasladaron a un albergue donde recibirá asistencia.
La policía dijo que sin la intervención de Ávila las mujeres habrían continuado abusando de la joven víctima.
Por su parte Ávila asegura que ‘no actuar o denunciar’ lo que presenció, nunca le cruzó por la mente. El joven, quien además trabaja como fotógrafo profesional y con frecuencia retrata las fiestas de quinceañeras, dijo que ver el contraste entre la jovencita que iba en su auto y las muchachas felices que ve en sus asignaciones fotográficas, también lo impulsó a alertar a las autoridades.
“Comparar la vida de la niñas (quinceañeras)…en su vida todo es bueno. Y mirar una niña así, casi de la misma edad…no”, concluyó.
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