Así entrenan a vendedores ambulantes hispanos para evitar que los sigan robando

Alberto Ruíz lleva 10 años vendiendo paletas por las calles de Los Ángeles, California. El hispano explica a CNN que desde que comenzó la pandemia del covid-19, las ventas han caído considerablemente: "A veces vendo $150, a veces $100, pero eso ya no alcanza".

Sin embargo, esta no es la preocupación más grande de Ruíz, quien explica al medio de comunicación que también tiene que batallar con los delincuentes: "Le ponen una navaja y le roban todo. Si no lo golpean, ya es ganancia".

Pero no todos han tenido la misma suerte de don Alberto, de no ser lastimados. Mauricio Caballero, un vendedor ambulante que es invidente, explica a CNN que sufrió una brutal golpiza y luego se le llevaron todo el dinero: "Me quebraron la nariz, la pierna y me mandaron por dos semanas al hospital".

De acuerdo con la Universidad del Sur de California, la policía del condado de Los Ángeles reportó un aumento de casi 337%, en la última década, en los casos de ataques y robos a los vendedores ambulantes: los casos aumentaron de un promedio de 38 a 166 por año.

Y, según la Oficina del Sheriff del condado de Los Ángeles, la cifra puede ser más, sin embargo algos inmigrantes indocumentados les da temor denunciar los abusos.

"Me parte el corazón"

El activista de Los Ángeles, Dine Enamorado, ha estado entrenando a los vendedores ambulantes para que se defiendan de los robos, independientemente de sus estatus migratorio: "Me parte el corazón ver esas historias de cuando los atacan y yo estoy interesado en ayudarlos", dijo a CNN.

Este joven guatemalteco les da las herramientas y les enseña cómo defenderse: "Les damos gas pimienta y una cámara que se puede grabar de cuatro a ocho horas y también nos comunicamos con ellos frecuentemente".

A los vendedores que han sido atacados en el pasado, Enamorado les ofrece guardias de seguridad para que los acompañen durante sus jornadas de trabajo.

Camino a la seguridad

Caballero explica a CNN que ahora con la cámara ya tiene una sensación de seguridad a la hora de trabajar: "Con la cámara yo puedo grabar y puedo demostrar que fui agredido a las autoridades".

La Oficina del Sheriff confiesa que no sabe a qué se debe el aumento de ataques contra vendedores ambulantes, sin embargo Dine dice que no cree que sean ataques de odio, para él se trata de los efectos de la pandemia: "Hay gente que no tiene dinero, que no tiene empleo entonces ellos saben que los vendedores ambulantes tienen efectivo en sus carritos".