Así funciona la ruta del juego que seduce a muchos ancianos inmigrantes

La industria del servicio de transporte a casinos del sur de California opera en barrios de minorías y atrae personas mayores a través de un política de incentivos para apostar a cualquier hora.

Una anciana latina muestra tarjetas de casinos del sur de California que suele visitar.
Una anciana latina muestra tarjetas de casinos del sur de California que suele visitar.
Imagen Francisco Vargas

LOS ÁNGELES, California.- De la esquina de las calles Olympic y Vermont, en Los Ángeles, salen algunos días hasta diez autobuses rumbo a los casinos del sur de California. Eso dijeron algunos usuarios a Univision Noticias, porque en ese lugar no hay señal alguna que lo confirme. Es algo que simplemente se sabe.

PUBLICIDAD

De allí partió el sábado por la noche el autobús de la empresa USA Holiday que se estrelló contra un camión el domingo, cuando regresaba a Los Ángeles después de llevar al pasaje -42 personas más el conductor- a jugar a las máquínas tragamonedas durante 4 horas en el casino Red Earth, en el área deprimida de Salton Sea.

Trece personas fallecieron, doce de ellas hispanas, nueve eran mujeres. La edad media de los muertos superaba los 62 años. Residían en zonas humildes o de clase media en Los Ángeles. Ese es precisamente el perfil de uno de los grupos que sostiene a la industria de los casinos en la región, y del que viven también algunas pequeñas empresas de transporte, según expertos.

Les atraen, comentan los conocedores de la industria, con tarifas bajas, reembolsos en forma de 'crédito' para jugar, ofréciendoles transporte directo a distintas horas, incluso a mitad de la noche, y compañía de otros ancianos con tiempo disponible y quizás afligidos por la soledad.

“La industria de los autobuses que transportan a los casinos es enorme no solo en el sur de California, sino en Las Vegas (en Nevada) y es esencial para la economía de la región”, explica Timothy Fong, codirector del programa de Estudios de Juegos de Azar de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Fong precisó que algunos buses son propiedad de los casinos, mientras que otros son operados por compañías privadas que firman convenios con dichos establecimientos.

Partiendo de barrios de minorías

Fong identifica a los casinos de Las Vegas y Reno, en Nevada, así como a los de Inland Empire y San Diego, en el sur de California, como los destinos más comunes de los angelinos. Los puntos de partida habituales, indica, son comunidades de clase media y habitadas por inmigrantes.

PUBLICIDAD

“Algunos se quejan de que los casinos ‘reclutan’ a sus clientes de áreas vulnerables, como el centro de Los Ángeles, Chinatown, el valle de San Gabriel y el valle de San Fernando. No los vemos levantando gente en zonas adineradas como el muelle de Santa Mónica, Westwood, el aeropuerto de Los Ángeles y Union Station”, agrega Fong.

Lo habitual es que los viajes lleven más tiempo del que pasan apostando. Solo el viaje de ida al casino Red Earth les llevó tres horas a las víctimas del accidente del domingo. El establecimiento en Thermal está a 160 millas de Los Ángeles.

Uno de los fallecidos, Zoila Aguilera, una salvadoreña de 72 años, tenía una especial fascinación por los casinos. Cada mes quería visitar uno distinto. Iba a Las Vegas, pagando 60 dólares, o a los del sur de California. Por el último viaje a Salton Sea ella desembolsó 20 dólares, una cantidad muy por debajo de lo que se pagaría por llegar en tren, en taxi independiente (Uber) o en auto propio.

Notas Relacionadas

“Lo hacía por diversión, al menos una vez al mes se iba, y siempre quería ir a uno diferente”, contó Ricardo Mendoza, su nieto.

No hay cifras precisas de cuántas compañías independientes transportan a los casinos. Según algunas páginas de internet, el coste mínimo del viaje es de 10 dólares -aunque puede ascender hasta 35 dólares, dependiendo del trayecto- y algunas ofrecen incentivos en forma de ‘crédito’ para apostar. Eso es lo que hacía habitualmente el conductor y propietario de USA Holiday, Teodulo Elías Vides, según describieron sus clientes.

El 'gancho' del incentivo

Los casinos consultados para esta información no dieron detalles sobre incentivos ofrecidos a choferes y dueños de empresas de buses, aunque los testimonios de los usuarios indican que es común que los conductores, cuando llegan al casino, también jueguen.

PUBLICIDAD

No está claro si Vides probó suerte en las máquinas la madrugada del domingo, aunque las autoridades consideran probable que el hombre estuviera dentro del casino Red Earth esa noche.

Rosa Carrillo, que se describe como una clienta de hace más de 20 años de USA Holiday, aseguró que Vides jugaba en los casinos, en lugar de descansar y que era habitual verle dormitando al volante. Esa práctica de apostar parece recurrente entre los choferes, según los viajeros de estos autobuses.

Red Earth no quiso dar detalles al respecto. “No tenemos ningún comentario sobre lo ocurrido”, dijo a Univision Noticias un representante del local.

De acuerdo con Carillo, Vides conducía de Los Ángeles a algún casino dos veces por día. En años recientes, la ruta era a Palm Springs, aunque también abarcó San Diego y Santa Bárbara.

Carrillo dijo que conoció a Vides hace más de 20 años, en sus inicios, cuando solo había un camión que salía de la esquina de las calles Olympic y Vermont, en Los Ángeles, a los casinos de Inland Empire.

“En ese entonces solo un señor asiático hacía viajes. Luego llegó el señor Elías y poco a poco fueron apareciendo más autobuses en esta esquina”, declaró ella.

La empresa Valley Travel Club, con oficinas en el barrio Van Nuys y cuyo mercado se enfoca en el Valle de San Fernando, tiene un contrato con el casino San Manuel, en el condado de San Bernardino. Más de la mitad de sus clientes son latinos, según su gerente Paul Yip.

“Al menos hacemos tres viajes cada semana. A mucha gente le gusta ir todos los días”, contó.

PUBLICIDAD

Yip indicó que además de cumplir distintas regulaciones oficiales, los casinos verifican las condiciones de sus vehículos y que tengan licencias y pólizas de seguro vigentes. “Cada casino tiene sus requisitos”, dijo Yip. Él señaló que la edad promedio de sus clientes es de 50 a 60 años.

El autobús accidentado había pasado las inspecciones de seguridad, la última en abril. Las autoridades están investigando aún la causa del siniestro.

Ancianos adictos al juego

De acuerdo al Concilio sobre el Problema de los Juegos de Azar de California, con oficinas en la ciudad de Temecula, en la zona con más casinos del Inland Empire, "los ancianos de minorías sociales son el grupo más vulnerable ante la ludopatía”, dijo su director ejecutivo Robert Jacobson.

La organización calcula que en cada visita estos apuestan de 200 a 400 dólares.

Jacobson explica que el afecto de los adultos mayores a los juegos de apuestas se debe a tres razones: tiempo libre, dinero en el banco y cordialidad en los casinos.

“Los ancianos tienen más tiempo libre y han perdido la capacidad para desarrollar otro pasatiempo, como jugar baloncesto. Y si sus familiares y amigos han muerto tienen todavía más tiempo libre. Además, en los casinos les ofrecen comida y otras cosas, los hacen sentir bien”, señaló.

Se calcula que 1.5 millones de californianos son jugadores compulsivos, quienes tienen a su disposición más de 60 casinos tribales. Esto representa al 2.2% de la población adulta en el estado. Según expertos, la ludopatía representa un problema cuantificado en 1,000 millones de dólares en California.

PUBLICIDAD

Algunos ancianos entrevistados por Univision Noticias en la esquina desde donde partió el bus que chocó el domingo dijeron que van a los casinos porque es un pasatiempo que les hace olvidar la soledad.

“El gran problema es que si tienes 75 años y te has gastado tu retiro por tu adicción al juego no tienes manera de trabajar para recuperarte”, dijo Jacobson.

Lea también: