SAN BERNARDINO, California.- Mientras se realizaba una pelea de gallos el pasado domingo 4 de agosto, cuatro personas fueron detenidas por una denuncia penal federal.
FBI acusa a una mujer y cuatro hombres de organizar peleas de gallos en San Bernardino
Presuntamente los sospechosos organizaban cada domingo los eventos, los cuales terminaban con la muerte de varios gallos.

Una mujer y cuatro hombres están acusados de ayudar, instigar, inducir y causar deliberadamente que otra persona patrocine y exhiba un animal en una empresa de peleas de animales, por lo que comparecieron en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Riverside.
Los detenidos son: Isidro Chaparro Sánchez, 59 años, de Corona; Luis Octavio Angulo, 61 años, de Rialto; Sergio Jiménez Maldonado, de 51 años, de San Bernardino; y Eva Anilu Pastor Uriostegui, 53 años, de Moreno Valley. En tanto, la policía está buscando a Cirilo Esquivel Alcantar, de 56 años, de San Bernardino, quien también está acusado en este caso.
El Buró Federal de Investigaciones ( FBI por sus siglas en inglés) está investigando este caso, el cual está a cargo de los fiscales federales adjuntos Cory L. Burleson de la sucursal de Riverside y Dennis Mitchell de la Sección de Delitos Ambientales y Protección al Consumidor.
¿Cómo operaban los presuntos implicados en peleas de gallos?
De acuerdo con una declaración jurada presentada junto con la denuncia, los acusados organizaron y facilitaron los eventos en Muscoy. Los cuales se realizaban los domingo durante la llamada temporada de peleas de gallos, que generalmente va de enero a agosto.
Las personas llevaban gallos para pelear (los peleadores) y los espectadores asistían a los eventos, que podían congregar a más de 100 asistentes. Al público se le cobraba una cuota de 20 dólares para estacionarse en un sitio a casi una milla de distancia de donde se realizaban las peleas.
Para entrar en la arena donde se celebraban las peleas de gallos los asistentes pagaban una tarifa de 40 dólares, además podían hacer apuestas y participar en una rifa.
Mientras que los peladores también pagaban una tarifa establecida para inscribir a sus gallos en las peleas ( 1000 dólares por cuatro gallos) y luego entraban a la arena de pelea con sus gallos cuando era su turno de pelear.
Se celebraban varias peleas de gallos al día. Antes de ellas, generalmente se colocaba en la pata de cada gallo una cuchilla afilada, conocida como "garfio", que por lo general era curva y medía aproximadamente 1.5 pulgadas de largo. En ocasiones terminaban con la muerte de uno o ambos gallos.
Una denuncia penal es meramente una acusación, y cada acusado se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad en un tribunal de justicia. Si s on declarados culpables, los acusados se enfrentarían a una pena máxima legal de cinco años de prisión.














