Victoria Garza, de 23 años, trabaja como terapista de niños con autismo en una clínica al sureste de Houston y el 14 de octubre
tuvo una experiencia laboral que la dejó muy preocupada. Encontró en su casillero un mensaje escrito a mano que decía: “Eres producto de un inmigrante, nunca perteneciste aquí. Odio a los de tu clase”.