Fort Worth, ciudad vecina de Dallas y la quinta más grande de Texas, ofrece a los electores la decisión de extender por otros 10 años el fondo por 85 millones de dólares del presupuesto del ayuntamiento para la seguridad pública (que ya recibe 267 millones de dólares de dinero federal para este fin). En 2014, esta votación fue respaldada por el 84,6% de los votantes.
Fort Worth decide sobre los fondos públicos destinados a la fuerza policial
La muerte de George Floyd, afroestadounidense oriundo de Texas, muerto el pasado 25 de mayo a manos de la policía de Minneapolis, ha agitado el debate sobre el presupuesto dirigido a la seguridad pública.

Las protestas sobre la brutalidad policial que causó la muerte de George Floyd han provocado debates sobre los fondos policiales en Fort Worth. Esto se suma a que, por lo menos, tres incidentes en la ciudad en los últimos meses han registrado muertes: al menos dos en la ciudad.
El afroestadpunidense George Floyd, de 46 años, murió asfixiado después de que un policía se arrodilló sobre su cuello durante nueve minutos. Ocurrió en Minneapolis el 25 de mayo y el suceso desató manifestaciones en todo Estados Unidos. Floyd, padre de una niña de seis años, nació en Carolina del Norte, pero su funeral y entierro ocurrieron a inicios de junio en la ciudad donde creció y la que consideraba su hogar: Houston, Texas.
La muerte de Floyd provocó un debate sobre los fondos públicos destinados a la policía y fuerzas del orden en el estado, especialmente en Fort Worth, una de las mayores ciudades texanas, que por primera vez tiene la posibilidad de reducir el presupuesto destinado a este fin según decidan los votantes.
Los votantes tienen la posibilidad de reducir los fondos que se dedican a las fuerzas policiales , pero eso no significa que desaparecerá la ayuda a la seguridad del condado.
“Esto no es prevenir los delitos, esto no es prevenir la violencia”, explicó Pamela Young, trabajadora comunitaria de United Fort Worth, al Texas Tribune. “Esto es solo una respuesta a crímenes que perpetúan la violencia, especialmente en contra de las minorías pobres”.
La muerte de Floyd despertó también un movimiento en Texas para revisar el dinero dedicado a las fuerzas de seguridad y, de así decidirse, destinarlo a programas sociales. El sargento Manny Ramirez, presidente de la Asociación de Policías de Fort Worth, explicó que el recorte de gasto público no necesariamente iría hacia estas áreas.
“Si el voto no se aprueba, esos millones pueden desaparecer y no dedicarse a programas sociales”, advirtió. “Si los ciudadanos quieren tener más programas [solventados por impuestos], entonces deben contactar a sus representantes y preguntarles su postura sobre estos temas”.















