El salvadoreño Kilmar Ábrego-García, un emblema de las agresivas políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, solicitó este martes a un juez federal de Tennessee que desestime los cargos de tráfico de personas que el Departamento de Justicia presentó en su contra, argumentando que están basados en una "persecución vengativa y selectiva".
Kilmar Ábrego-García acusa al gobierno de Trump de "persecución vengativa" y pide la anulación de cargos en su contra
Ábrego está detenido en Tennessee. Sus abogados pidieron que no sea liberado de la custodia judicial, pues el gobierno ha amenazado con deportarlo nuevamente.

En su escrito, expuesto ante el juez Waverly Crenshaw, del Distrito Central de Tennessee, se advierte que aunque el poder de los fiscales "no puede ser usado para castigar a alguien por ejercer sus derechos constitucionales, eso es lo que ha pasado aquí. Kilmar Ábrego-García ha sido señalado por el gobierno de EEUU".
Según la defensa, la razón de ello no es la gravedad de sus supuestos actos o su presunto peligro para el país, sino porque "Ábrego García ha rechazado consentir las violaciones del gobierno a su derecho al debido proceso".
"La Norma Federal de Procedimiento Penal autoriza desestimar acusaciones por 'persecución vengativa o selectiva'", expresa la moción presentada ante el juez. Y pese a que la defensa de Ábrego García reconoce que "esas mociones no son hechas con frecuencia y raramente son aprobadas", consideran que "si ha habido alguna vez un caso para desestimar cargos en esos supuestos, es este (...) el gobierno intenta usar este caso y esta corte para castigar a Ábrego-García por luchar exitosamente contra su deportación ilegal".
El salvadoreño fue deportado a su país en marzo de 2025, pese a tener una orden de un juez que lo impedía, y recluido en la cárcel de máxima seguridad Cecot, donde asegura fue torturado.
Sus abogados demandaron ante un juez contra funcionarios gubernamentales por su deportación, que las autoridades llegaron a aceptar como "un error".
Varias semanas después de una orden judicial para devolverlo a EEUU, Ábrego-García volvió el país en junio de 2025, siendo detenido por los supuestos cargos de tráfico de personas. Desde entonces está bajo custodia, con el riesgo de ser deportado apenas sea liberado.
Funcionarios del gobierno de Trump han señalado que intentarán deportar a Abrego-García a países distintos a El Salvador, como México o Sudán del Sur, alegando vínculos con la pandilla MS-13, una acusación que sus abogados rechazan.
Decisiones judiciales en beneficio de Kilmar Ábrego-García
Pero hasta tres jueces han tomado decisiones en favor de Ábrego García.
La jueza federal Paula Xinis, del Distrito de Maryland, ordenó el mes pasado que el gobierno debe restaurar la libertad supervisada que Abrego García tenía antes de su deportación en marzo a El Salvador, considerada por el tribunal como injusta.
Los cargos federales de tráfico de personas están derivados de una detención por exceso de velocidad en 2022, en la que viajaba con nueve pasajeros. Si bien la policía sospechó de contrabando, se le permitió continuar.
Por su parte, el juez Crenshaw en Tennessee ratificó hace casi un mes que Ábrego García podría ser liberado bajo condiciones, pues los fiscales no aprobaron suficientes pruebas de que representa un peligro para la comunidad.
Y la jueza Barbara Holmes, también del Distrito Central de Tennessee, postergó su liberación por 30 días a solicitud de sus propios abogados, quienes buscan evitar una deportación inmediata una vez quede libre.
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