"Mientras pueda seguiré trabajando": campesino de 78 años, a quien la energía le sobra
"Se me hace facilito" confiesa Benjamín, y reconoce que la poda de la viña es bien sencilla. "Esto está suave, nomas caminando. No se trata de andar agachado porque ahí sí me duele la cintura, las rodillas, en fin, no falta" cuenta con una sonrisa en su rostro cansino.
Benjamin Gómez emigró a los Estados Unidos en 1982, y luego de vivir una temporada en San Diego y Los Ángeles, finalmente llegó al Valle Central de California.
Vive en un cuarto rentado en Selma donde la mayor parte del tiempo está solo, ya que su mamá y hermanos viven en México, y de hijos o esposa no hace comentario.
El trabajo del campo no es fácil, y a sus casi 80 años, lo es aún más. No se queja, no reclama, sólo comenta que lo más pesado es cuando debe cargar la escalera en tiempos de la cosecha del durazno. "A veces los cultivos están retirados hasta una milla y toca cargar la escalera hasta allá".
Sus compañeros lo admiran y a la vez aplauden su energía. "A esa edad uno debe trabajar, es para estar de vacaciones, o descansando en su casa" afirma uno de los trabajadores que lo acompaña en su rutina diaria.
Benjamin Gómez, oriundo de Jalisco, espera poder seguir trabajando unos tres años más, concluye.
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