Al menos 7 personas, incluidos 2 niños, perdieron la vida y miles quedaron sin electricidad. La familia Esparza, de origen hispano, sufrió una pérdida devastadora. El alguacil del condado Cooke, Ray Sappington, describió la situación como grave, con intensa labor de búsqueda y rescate en curso. Se reportaron graves daños en infraestructuras y numerosos heridos, trasladados a hospitales del área.