"Sentimos el dolor de las familias": el trabajo de los sepultureros ha aumentado durante la pandemia

STOCKTON, California.- En medio de la solemnidad del Cementerio Católico de Stockton, Gonzalo Mora, con pala en mano, escarba la tierra, una y otra vez. “Sentimos el dolor de las familias y más aún porque no podemos darles el servicio que se merecen”, dijo a Univision.

"Ahora es diferente. Normalmente las familias latinas se quedaban hasta que terminabamos la sepultura, ahora hay más restricciones", dijo Mora, quien trabaja como sepulturero. Él tiene 36 años en su oficio y es testigo de cómo la pandemia está dejando víctimas mortales.

"Antes de la pandemia en este cementerio realizábamos un promedio de diez sepulturas por semana ahora esto se ha duplicado, muchas de las víctimas del covid-19 son latinas."

El padre Martín García de la Iglesia San Jorge ofrece servicios religiosos en los sepelios y conoce la realidad de primera mano. "Cuando la funeraria se comunica con la iglesia nos damos cuenta que la mayoría de las misas que vamos a hacer son personas que han muerto por covid-19", dijo Garcia.

"Ha sido recientemente que el estado de California ha permitido este tipo de reuniones pero con un número reducido de personas", indicó. "Quienes no pueden asistir, lo ven por redes sociales. Puedes ver cinco o seis personas transmitiendo en vivo para los familiares que no pueden asistir".

Mora, quien enfrenta a diario la muerte, dijo que él es testigo de los efectos del coronavirus en las familias del centro de California. "Nos damos cuenta que sí es cierto y la vivimos a diario, sabemos que esto es real".

La pandemia ha demostrado que la vida es frágil. En los cementerios se encuentran los sueños sepultados de aquellos que han perdido la batalla al coronavirus, sumándose a las estadísticas.

Para el 10 de febrero, el Departamento de Salud Pública de California reportó una cifra de 44,995 muertes, con un promedio diario de los últimos días alcanzando hasta más de 500 muertes. Estos números son más que eso, son personas que viven como un recuerdo imborrable para sus seres queridos.

"Nosotros nos ponemos en el lugar de ellos, porque es duro", sentenció Gonzalo mientras continúa cavando la tierra porque ya tiene trabajo para el día siguiente y muchas sepulturas más en espera, donde el coronavirus y la muerte pasan lista a los nuevos inquilinos de este cementerio.