DALLAS, Texas.- Salvador Milán, de 16 años, salió de casa de sus papás y a los cinco minutos estaba tendido en el suelo desangrándose tras ser baleado; su asesinato ocurrió en un barrio al sur de Dallas.
“Salió y a los cinco minutos me lo mataron”: papá de joven asesinado a tiros en Dallas
Salvador Milán Jr., de 16 años, fue asesinado a tiros a tres calles de su casa al sur de Dallas. Su papá Salvador Milán y su mamá María Hernández narran los últimos minutos junto a su hijo.

El joven fue asesinado el lunes a las 7:41 p.m. en el bloque 6500 Bexar Street y su cuerpo quedó en el carro de los sospechosos del crimen, según el último reporte del Departamento de Policía de Dallas.
Su papá, quien también se llama Salvador Milán dice que vio salir al joven de su casa, no le dijo nada, pues no creía que a tres calles lo encontraría muerto.
“Recuerdo que todo estaba bien, no sé por qué me lo mataron. A los cinco minutos de salir me lo habían matado", se cuestiona Milán.
Dice que su hijo estaba platicando con otros chicos afroamericanos, cuando luego uno de ellos llegó a su casa a darle la noticia de la muerte de Salvador.
“Estaba platicando con unos morenos. Y llegaron otros (a su casa) que estaban jugando basquet y me dijeron que mi hijo estaba allá tirado y muerto”, recuerda Milán.
"Pido que los castiguen, no que los maten": dicen papás de Salvador Milán a sospechosos
La familia del joven pide ahora justicia y que se aclare el asesinato de Salvador.
“Pido (que) a los causantes, (a los) que lo hicieron que los castiguen. No que los maten, sólo que los castiguen”, comenta Milán.
Han montado un altar en la cochera de su casa, con una foto enmarcada grande de Salvador Milán. En la fotografía el joven de cabello castaño y rizado, delgado y de ojos pequeños sonríe, así su familia quiere recordar su “corta vida”, como dice su madre María Hernández.
"No me esperaba que tuviera una vida muy corta", comenta Hernández.
La mamá de Salvador Milán pide dinero en las calles para enterrar a su hijo
La señora María Hernández pasó de dedicar tiempo para preparar la comida a su hijo, el más chico, a pedir dinero en las calles para pagar su funeral y entierro.
“Le ofrecí de comer y me dijo que no quería sopa”, recuerda que fue la última interacción con su hijo antes de ser asesinado.
“No tengo palabras para decirle lo que estoy sufriendo. Estoy destrozada, era mi bebé, mi último, ahí están sus fotos de cómo era mi hijo”.
Tiene decenas de fotos de Salvador, de bebé, de niño y de joven, las ve una y otra vez y repite: “Mire sus fotos, ¿Usted cree que era una persona mala? o ¿Usted cree que es malo mi muchacho?”
Ella dice que le inculcó valores, que el joven estudiaba porque ella esperaba que su hijo tuviera un mejor futuro en Estados Unidos.
“Le inculqué valores para que no anduviera robando o vendiendo drogas”.
La familia tiene una cuenta de Go Fund Me con el nombre de "In the memory of Salvador Milan Jr.", donde reúnen dinero para los gastos funerarios.
Su hermana dice tener evidencias del asesinato de Salvador Milán
En videos y hasta en publicaciones de SnapChat que ella tiene en su teléfono, Lisset Milán Hernández, hermana de Salvador, guarda los últimos instantes de él con vida.
Entre lágrimas recuerda videos y fotografías del cuerpo de su hermano bañado en sangre y que circularon en SnapChat e Instagram.
“Lo miraron tirado en el piso, y la gente sacó fotos y lo están poniendo en redes sociales y en Snapchat”, platica.
“Yo mire otro video del cuerpo de él sangrando y nadie lo ayudó”.
Dice que algunos testigos hispanos tienen información, pero temen ir a la policía a entregarla.
Ella siente que en el sur de Dallas se ha incrementado el crimen.
“La próxima persona puede ser su hijo, su hija usted o alguna familia, nadie sabe qué está pasando en el sur de Dallas”, concluye.









.jpeg&w=1280&q=75)


.jpeg&w=1280&q=75)