Michelle Murphy es acusada de contactar a un sicario a través de la 'dark web', con el propósito de asesinar a una mujer, quien supuestamente era la amante de su novio. Murphy habría usado un cajero automático para convertir $14,700 en bitcoin, pero allí dejó pistas como su rostro y el número de seguro social, datos que permitieron su arresto y fue condenada a nueve años en prisión. La 'dark web' alberga sitios ocultos que están asociados con actividades ilegales como el tráfico de drogas.