Según la OMS, una persona alcoholizada tiene 17 veces más probabilidades de morir en un accidente de tráfico. En este sentido y por motivo de la celebración de Año Nuevo, el Departamento de Policía de Garland aumentó el patrullaje policial para detener a aquellos conductores que manejen bajo los efectos del alcohol o las drogas. Las autoridades señalaron que quienes infrinjan la ley podrían tener sanciones como la suspensión de la licencia de conducción, multas e incluso la prisión.