Mexicano baleado en sede de ICE de Dallas permanece en coma, esposado y vigilado

DALLAS, Texas. – Miguel Ángel García nunca debió estar en la camioneta blanca que terminó bajo fuego en el estacionamiento de la sede de ICE en Dallas, dice su esposa Stephany Gauffeny.

Pero el 24 de septiembre, a las 6:40 de la mañana, el mexicano de 32 años recibió entre tres y cuatro disparos cuando un sospechoso armado abrió fuego desde lo alto de un edificio.

Su esposa, Stephany Gauffeny, quien está a días de dar a luz, recuerda la última vez que hablaron.

Miguel Ángel tenía originalmente una cita en la corte el 24 de septiembre, pero la reprogramaron un día antes.

Ese cambio lo llevó a estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado, refiere la mujer.

“Lo que me duele es que, si no se la hubieran cambiado y se la hubieran dejado el día 24”, dice la mujer, “Él nunca hubiera estado allí cuando pasó eso”.

Miguel Ángel García es de oficio pintor y tenía más de 20 años viviendo en Arlington, Texas. Aquí formó su familia y es padre de cuatro niños, quienes a diario preguntan: ¿Where is daddy? / ¿Dónde está papá?.

Stephany Gauffeny trata de calmarlos, pero el estado crítico en el que está su esposo no es muy alentador.

Está respirando artificialmente, pues recibió disparos en su hombro izquierdo, en el estómago, en su parte y en el cuello, este último le dio en una vena y le provocó un derrame cerebral.

“Muchos dicen, hay un mexicano herido, pero no se despierta, no se mueve”, cuenta con angustia. “Cada que lo voy a ver batallo mucho, porque como ICE está allí, no me dejan verlo o tardan horas, porque no quieren dejar entrar a nadie.

También lo que me duele es que lo tienen esposado, o sea él no se puede mover porque está intubado y todavía le tienen las esposas en cada pie, esposado y para mí eso no le están dando respeto. No es que se va a parar”.

¿Se está usted preparando para lo peor?, se le preguntó a esta madre angustiada.

“Todos me dicen que tenga fe. Sí tengo mucha fe. Yo sé que existen los milagros, por algo está aquí con nosotros todavía, pero es difícil cuando los doctores te dicen la verdad”.

‘Nunca pensé que era él’

El pasado 8 de agosto, Miguel Ángel fue detenido por conducir en estado de ebriedad en el condado Tarrant, por lo que tenía un ticket. Y su esposa cuenta que él estuvo en la cárcel, pero que “cumplió con su tiempo”.

Esa mañana del 24 de septiembre, Stephany vio las noticias sobre el sospechoso armado que abrió fuego contra la sede de ICE en la I-35 y Stemmons Freeway. En el sitio murió el sospechoso armado y otro inmigrante identificado como Norlan Fuentes-Guzmán.

“Me desperté esa mañana, vi las noticias, pero nunca pensé que era él”, cuenta la mujer.

¿Cómo se enteró usted entonces?, se le preguntó.

“Recibí una llamada del consulado de México y de primero pensé que era un mal chiste o no quería creer. Hasta que sí me llamaron ellos y me dijeron que su esposo está en el hospital y le dejamos saber que está grave”.

El Departamento de Seguridad Nacional dice que el ataque presuntamente “iba a agentes de ICE” e incluso el FBI difundió una supuesta evidencia de las balas que presuntamente hallaron en la azotea desde donde se hizo el ataque. Sin embargo, todas las víctimas baleadas son detenidos e inmigrantes.

“Estaba bajo la custodia de ICE y él no merecía que le pasara esto”, dice Stephany Gauffeny, “¿Quién se iba a imaginar? Y yo pienso que no es justo, que la verdad no debió haber pasado esto y la verdad sí, pienso que no le están dando el respeto que merece”.

Si Miguel Ángel despierta, ¿Qué es lo primero que le quieres decir?

“Muchas cosas, que lo quiero mucho, que ... sus niños están bien felices, si se despierta”, platica, “Yo le he dicho, no me importa que quedes inválido, yo te cuido. Yo solo quiero que tú estés bien, no se lo merecía”.

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