Una madre venezolana, un hijo con muerte cerebral y un reportaje que encendió la solidaridad en Texas: de la pantalla al corazón

Tras un reportaje de Univision, la historia de Jonny Benítez, joven hispano en estado crítico, conmovió a la comunidad en el norte de Texas. Decenas de personas han donado insumos médicos y apoyo para su madre, que lo cuida día y noche sin recursos ni seguro.

Video Una madre, un hijo en coma y la historia que conmovió a los hispanos en Texas

DALLAS, Texas. Lo que empezó como un reportaje de Noticias 23 DFW sobre un joven hispano en estado crítico, terminó provocando una cadena de solidaridad en el norte de Texas.

Desde pañales hasta medicamentos, la historia de Jonny Benítez, contada por Univision, movilizó a decenas de personas que decidieron ayudar, sin conocerlo, pero sintiéndose profundamente tocadas por su situación.

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Jonny, venezolano y de 31 años, fue diagnosticado con muerte cerebral tras un accidente de tránsito en Dallas en mayo de 2024. Desde entonces, permanece en cama, sin poder hablar, moverse, ni responder más allá de un parpadeo.

Vive gracias a los cuidados de su madre, Naileth Chacón, quien llegó desde Colombia con una visa humanitaria y lo cuida día y noche, sin descanso y sin ingresos.

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Lo vieron en la tele y salieron a ayudar: la solidaridad no tardó en llegar

Cuando la historia fue transmitida en televisión, lo que siguió fue un pequeño milagro. En las horas siguientes, vecinos, familias y hasta personas anónimas comenzaron a llegar a la puerta de su habitación con bolsas, cajas y palabras de aliento.

“Siempre he querido ayudar a alguien”, dijo Brenda Regina, una de las donantes. “Yo recibo ayuda para mi hija, y ahora quise dar lo que puedo para otra familia que lo necesita más”.

Desde entonces, la madre de Jonny ha recibido insumos médicos, alimentos, productos de higiene y hasta promesas de ayuda para adquirir una silla especial que permita moverlo con mayor facilidad.

“Es una bendición”, repite Naileth. “Nunca imaginé que tanta gente pudiera responder así, sin conocernos, solo por vernos en televisión”.

Sin seguro y sin recursos: el hospital improvisado donde una madre cuida a su hijo

A pesar del apoyo, la situación sigue siendo crítica. La habitación donde viven, prestada por unos amigos, se ha convertido en un hospital improvisado.

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Jonny no tiene seguro médico, y los gastos diarios son una constante preocupación.

“Él se comunica conmigo con los ojos”, cuenta Naileth. “Si le duele algo, parpadea. Si está incómodo, me lo hace saber. Es una conexión que solo una madre puede entender”.

Trasladarlo a un hospital es prácticamente imposible: una ambulancia privada cuesta más de 1,000 dólares por viaje.

Por eso, ella ha aprendido a mantenerlo estable en casa, con lo que tiene.

Una historia que unió corazones: el poder de la empatía en silencio



Mientras tanto, la ayuda no se detiene. Cada día alguien nuevo toca a la puerta, deja una caja o un sobre, y se va. Son gestos silenciosos, pero poderosos.

Una muestra de que, a veces , una historia bien contada puede generar más impacto que cualquier campaña oficial.

“Solo le pido a Dios una oportunidad más para mi hijo”, dice Naileth, con la voz entrecortada. “Él siempre fue un buen hijo, un buen hermano, un buen nieto. Y aunque no lo escuchen, él está aquí. Luchando conmigo”.

En medio del dolor y la incertidumbre, la familia venezolana Benítez Chacón encontró algo que no esperaba: una comunidad dispuesta a ayudar, motivada por la empatía, y unida por una historia que les recordó que todos, en algún momento, necesitamos de los demás.