Sandra Morales relata que su esposo se contagió aparentemente en su lugar de trabajo y que tuvo que diseñar un sistema para no tener contacto con él. Desde el pasado lunes está aislado en una habitación y ella le lleva los alimentos hasta la puerta. Dice que todo lo que él usa debe ser rociado con desinfectante y que tiene que esperar horas para poder recogerlo y luego lavarlo. "Es muy difícil", dice.