Adam Bazaldua, quien lidera el proyecto, argumenta que la ciudad no cuenta con los recursos suficientes para identificar en su totalidad las sustancias incautadas en cada caso, por lo cual estos suelen ser desechados. Jaime Castro, vicepresidente del sindicato de policías, afirma que quienes son sorprendidos con cannabis, en su mayoría, suelen estar involucrados en otros actos delictivos.