Según un estudio liderado por la BBB, el 44% de las personas que viven en el país han sido contactadas al menos una vez por uno de estos delincuentes. Los fraudes y estafas en Estados Unidos, desde el 2014, han logrado quedarse con cerca de 450 millones de dólares de sus víctimas. La investigación, además, advierte que actualmente los criminales se están aprovechando de los cheques de estímulo económico para hacer de las suyas.