CHICAGO, Illinois. El veterano de guerra Miguel Pérez Jr. inicio este jueves una huelga de hambre en el centro de detención de Inmigración en Kenosha, Wisconsin, en un desesperado esfuerzo por llamar la atención de políticos y jueces sobre su caso y pongan un alto a su deportación.
Veterano de guerra en peligro de deportación inicia huelga de hambre como último intento para frenar su salida del país
“El sistema que tanto he defendido me ha abandonado”, dijo Miguel Pérez Jr. vía telefónica desde el centro de detención en Wisconsin. Su deportación podría ser cuestión de días o horas.

"El sistema que tanto he defendido me ha abandonado y me está matando lentamente", declaró el veterano, de 39 años de edad, vía telefónica desde el centro donde se encuentra recluido desde hace 15 meses.
"No lo hago por capricho o porque esté contemplando el suicidio… sino porque siento que el tiempo que me quede en este país debo dedicarlo a la resistencia", dijo Pérez Jr. en un mitin realizado a fuera de las oficinas de Inmigración y Aduanas (ICE) en Chicago.
Tras la decisión del Séptimo Recurso de Apelaciones, que rechazó su pedido para permanecer en el país, los abogados de Pérez admitieron esta semana que sus posibilidades son escasas y podría ser deportado tan pronto como esta semana.
"Estoy muy triste porque tenía muchas esperanzas en la apelación", expresó el veterano.
Pérez, de origen mexicano, quien sirvió dos periodos en Afganistán, tiene residencia permanente, pero enfrenta la deportación después de haber cumplido una pena de siete años en una prisión estatal por tráfico de drogas.
En 2010, fue sentenciado a cumplir 15 años de prisión en el departamento de correcciones de Illinois por fabricar y entregar más de dos libras de cocaína a un oficial encubierto en Chicago. Mientras cumplía con su condena, el veterano, quien ya había cumplido la mitad de la pena, fue localizado por el Servicio y Control de Aduanas de Estados Unidos y fue puesto en procedimiento de remoción en 2012.
Miguel A. Pérez, padre del veterano, ha dicho que su hijo, quien quedó sordo de un oído, tocó fondo al salir del ejército, y debido al Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) que padece le costó trabajo conseguir un empleo.
Para su defensa y familia, de ser deportado, el veterano no tendría acceso a los medicamentos que está usando para tratar su condición médica. Además, no tiene familia inmediata en México con la que pueda vivir y no conoce ya el país, donde no vive desde que tenía ocho años edad.
“Se ha puesto muy difícil, como sabemos con esta nueva administración, todo mundo tiene casos muy difíciles, pero estamos muy positivos y tomando los pasos legales que siguen...”, dijo Esperanza Pérez, madre de Miguel. “Tenemos también la aplicación para el perdón del gobernador... eso ayudaría bastante”.
En abril pasado, su defensa solicitó clemencia a Bruce Rauner, pero aún no han obtenido respuesta, por lo que activistas del Centro Sin Fronteras y Familia Latina Unida, entre otros, que apoyan la causa del veterano, enviaron 100 cartas al político de Illinois donde le solicitan le otorguen un indulto a Pérez.
"Es nuestra esperanza que el gobernador vea que Miguel ha sido víctima del abandono de los militares a los que sirvió como soldado", dijo la activista Emma Lozano, quien también reclamó una ciudadanía con carácter retroactivo a la que Pérez tendría derecho por los servicios prestados al ejército estadounidense.
Pedidos anteriores de libertad bajo fianza, que le correspondería al veterano por haber excedido el tiempo de detención permitido en un establecimiento de Inmigración, fueron rechazados. Tampoco fue posible que a Pérez Jr. se le aplicara la protección de la Convención contra la Tortura, de las Naciones Unidas, firmada por Estados Unidos.
“Es el juego de la espera”, dijo Sara Walker, de Familia Latina Unida a Univision Chicago, quien indicó que la deportación de Miguel podría ser tan pronto como este viernes o el próximo lunes.
Con información de Jessie Echeverria y Enrique García Fuentes.
