“Es apenas el comienzo”: Temor impide trabajar a vendedores ambulantes en La Villita

CHICAGO, Illinois – Un hombre de 75 años abre las puertas de su casa a Univision Chicago, y muestra que la mercancía ha comenzado a echarse a perder, pues hace unos 20 días que no sale a venderla en La Villita, el que ha sido su lugar de trabajo por más de 25 años. La razón: además de la enfermedad, el temor a las redadas.

“Esta mercancía se va a tirar ya. En lo que le estoy mostrando ahorita vendiendo en la calle serían $2,000, con un poquito de aquello”, dice mientras muestra para nuestras cámaras las bolsas de frituras con cuya venta solventaba gastos, y que ahora han comenzado a descomponerse.

“Es mucho tiempo” el que lleva sin salir a las calles, a tratar de vender los ‘chicharrones’. “Pero pues mis hijos no quieren que salga a la calle por temor. Y porque estoy enfermo también, yo todos los días tengo que tomar medicina. Entonces, me dicen: ‘es mejor que te quedes en la casa’”, agrega.

El hombre afirma que, durante el tiempo que laboró vendiendo sus botanas, pudo hacerse de un pequeño ahorro. Sin embargo, ese dinero no es ilimitado.

Se acaban los ahorros: "Viene lo más difícil"

“Viene lo más difícil porque lo del ‘colchoncito’ que teníamos se está yendo. Sale y sale y sale y sale. Va a llegar el momento en que ya no va a haber cómo. Esto es el comienzo; no se cuánto va a tardar el problema que hay en la calle”, lamenta el hombre, al pensar que hay otras personas como él, angustiados por el contexto migratorio.

“Y sobre de eso vamos nosotros atrás de ello. Vendedores ambulantes, todos tamaleros, chicharroneros, los que venden nieve, algodoneros. Todo vendedor ambulante está sufriendo ahorita en su casa”, sentencia el hombre.

En un recorrido por las calles, Univision Chicago pudo constatar que ya es muy difícil encontrar a algún vendedor ambulante.

Bernardino Castro, uno entre las pocas personas que se aventuran a seguir buscando el sustento vendiendo jabón en la calle, asegura que en el último mes ha habido días que tiene que regresar a su casa tal como salió: sin haber conseguido una sola venta.

“Pues han bajado, yo diría que un 80, 90% las ventas, porque la gente no quiere salir por miedo de migración”, estima Castro.

“Hasta que Dios me permita”, responde el vendedor cuando le preguntamos cuánto tiempo estima poder mantenerse bajo estas condiciones.

Buscan recursos para ayudar a los vendedores ambulantes

Por ello, la Asociación de Vendedores Ambulantes de La Villita abrió una cuenta en una página de recaudación de fondos, mismos que busca repartir entre los aproximadamente 6,500 agremiados que tiene registrados en la ciudad de Chicago.

La meta de la asociación, dice Juan José Gama, su vicepresidente, es poder recaudar entre $250,000 y $300,000 “para ayudarles con algo que valga la pena”.

De todos los vendedores que agrupa, Gama considera que unos 5,000 no están saliendo a las calles por temor, situación que considera preocupante porque “muchos de ellos no tienen para su renta”.

La primera repartición de recursos, considera el organismo, sería aproximadamente en un mes. No obstante, espera poder mantener las entregas durante más meses, dependiendo de los fondos que reciba.

Con información de Jorge Muñoz.

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