Addy y Lily, dos siamesas de Chicago unidas por el pecho y el abdomen, fueron separadas con éxito luego de una cirugía de más de 10 horas en el Hospital Infantil de Filadelfia.
"Es simplemente indescriptible": separan con éxito a siamesas de Chicago unidas por el pecho
Addy y Lily Altobelli, dos gemelas de Chicago de 11 meses y que estaban unidas por el pecho, fueron separadas con éxito en el Hospital Infantil de Filadelfia. Tras casi un año de preparativos y procedimientos, la familia Altoballi: Addy, Lily, Dom y Maggie, regresó a su hogar en Chicago.
Maggie y Dom Altobelli descubrieron en una consulta que no tendrían una hija, sino dos.
Además, supieron que las niñas estaban unidas por el pecho y el abdomen.
Las gemelas compartían el hígado y el diafragma; sin embargo, cada una tenía un corazón saludable, por lo que eran candidatas idóneas para la separación.
La pareja fue referida al Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP, por sus siglas en inglés), uno de los pocos centros de Estados Unidos especializados en separación de siameses.
De hecho, desde 1957, el hospital ha separado a 28 pares de siameses con éxito.
La cirugía tomó poco más de 10 horas y participó una docena de médicos especializados, desde anestesiólogos hasta cardiólogos.
Una vez separadas, un equipo de cirujanos plásticos se encargó de reconstruir el pecho y el abdomen de Addy y Lily, que en el momento de la cirugía tenían 10 meses.
"Separar siameses unidos siempre es un desafío, pues cada par de gemelos es único y presentan diferentes retos y consideraciones anatómicas", señaló Holli L. Hedrick, la cirujana que encabezó al equipo.
Tras la cirugía, los padres vieron por primera vez a sus niñas con un cuerpo cada una.
"Verlas con sus cuerpos propios –sus cuerpos son simplemente perfectos– fue asombroso. Es simplemente indescriptible", señaló Maggie, la madre.

Cuando estuvieron en condiciones, las gemelas viajaron de regreso a Chicago, ciudad de origen de la familia Altobelli.
Las gemelas viajaron en ambulancias aéreas, una con cada uno de sus padres.
Al llegar a Chicago, Addy y Lily estuvieron dos semanas en observación en el Hospital Infantil Lurie, de donde fueron dadas de alta justo para pasar Navidad en casa.
"Estamos comenzando un nuevo libro, no es un nuevo capítulo, es un nuevo libro. Y hay un libro para Addy y uno para Lily", dijo Dom Altobelli.
Por ahora, las niñas se mantienen con un respirador para fortalecer sus músculos y puedan respirar por su cuenta.
"Addy y Lily lo están haciendo muy bien. Esperamos que ambas tengan una vida plena y alegre", señaló Hedrick.

Un largo camino
La travesía de la familia Altobelli comenzó en octubre de 2020, cuando Maggie tenía 20 semanas de embarazo.
Fue en una consulta médica cuando descubrieron, en un ultrasonido, que no tendrían una hija, sino dos, y que estaban unidas por el pecho.
Los padres eligieron el Hospital Infantil de Filadelfia para el tratamiento.
Los médicos descubrieron que las niñas compartían el tórax, el abdomen, el hígado y el diafragma.
Sin embargo, los análisis mostraron que cada una tenía un corazón saludable, además de que le hígado era suficientemente grande para dividirlo entre ambas.
Luego de meses planeando el parto, las niñas nacieron por cesárea el 18 de noviembre de 2020.
Tras nacer, pasaron cuatro meses en la Unidad de Cuidados Intensivos para recién nacidos. Después, estuvieron seis meses más en Unidad Pediátrica de Cuidados Intensivos.
En este lugar, cirujanos plásticos prepararon la piel de las niñas con expansores para que, una vez separadas, pudieran cubrir sus pechos y abdómenes expuestos con su propia piel.
Una vez que las condiciones fueron adecuadas, las niñas entraron al quirófano.
Desde un mes antes de la operación, el equipo de especialistas se reunía cada semana para evaluar y monitorear a Addy y Lily.
El 31 de octubre de 2021, Addy y Lily se sometieron a una cirugía que duró más de 10 horas y, para las 2:38 de la tarde del 1 de noviembre ya estaba separadas formalmente.
Una vez separadas, el equipo médico se dividió en dos para estabilizarlas individualmente y reconstruir sus pechos. Este proceso tardó tres horas más, aproximadamente.
Una vez terminado el procedimiento, se reunieron con sus padres.
Cuando estuvieron en condiciones, la familia Altoballi regresó a Chicago, luego de casi un año viviendo en Filadelfia.























