Durante un periodo muy corto de tiempo, Chicago y el norte de Illinois, vivieron una de las nevadas más importantes de su historia. Cayó nieve durante tres días seguidos. Del 31 de enero al 2 de febrero de 2011. Hubo mezcla invernal, nieve por efecto lago y encima, el viento llegó a las 60 millas por hora. El viento cargaba hasta 10 pies de nieve. El aeropuerto de O’Hare llegó a registrar más de 20 pulgadas de nieve. La nieve cayó con tanta fuerza y tan rápido durante las horas de mayor tráfico que cientos de viajeros quedaron varados en Lake Shore Drive. Hubo tres accidentes en solo 15 minutos, uno de ellos involucró a un autobús de CTA.