Tras 41 días detenido, padre y abuelo vuelve a casa después de ser arrestado por agentes federales en Chicago

Ramiro Cabrera fue detenido el pasado 3 de octubre por agentes federales, mientras trabaja instalando una lona como parte de su negocio de renta de inmobiliario para eventos. Tras 41 días detenido en Broadview, Ramiro se encontró con su esposa, hijas y nietos.

Video Liberan al hispano Ramiro Cabrera, luego de pasar 41 días bajo custodia de ICE en Broadview

CRESTWOOD, Illinois. – Lo que comenzó como un día más de trabajo para Ramiro Cabrera terminó transformándose en una pesadilla de 41 días.

Este padre y abuelo, dedicado a su negocio de renta de inmobiliario para eventos, fue detenido repentinamente por agentes federales mientras instalaba una carpa en Crestwood el pasado 3 de octubre.

PUBLICIDAD

“Se puso enfrente de mí el oficial y me dijo: ‘Agente de federales, ¿tienes papeles?’, recuerda Cabrera: “Le dije: ‘No puedo contestar hasta que esté un abogado enfrente de mí’”.

Tras su detención, Ramiro fue llevado al centro de procesamiento de Broadway donde las condiciones dice: "Eran deplorables, inhumanas."

Recuerda que había botellas de basura, más de 100 personas en un área de 30 pies cuadrados y de comida les daban un sándwich con jamón y una botella de agua.

Lo peor, dice, lo vivió cuando enfermó gravemente y hasta cayó en el hospital: “Yo pensé que iba a morir, dije, ‘¿Cómo es posible?’”, platica, “Pero me encomendé a Dios”.

Durante su detención, Ramiro conoció a muchos otros inmigrantes sin antecedentes que, como él, asegura, fueron tratados como criminales. Hubo momentos en los que la desesperación lo vencía: “Cuando supe que mis hijas estaban muy afectadas, dije: ‘Voy a luchar para quedarme, no las voy a defraudar’”.

La abogada Jennifer Peyton presentó una petición de habeas corpus, un recurso legal que cuestiona la legalidad de una detención. Gracias a ello, Ramiro fue liberado esta semana y pudo finalmente reencontrarse con su esposa, hijas y nietos.

Su hija Mariana no puede ocultar la gratitud por tenerlo de vuelta. Para ella, su padre siempre fue un ejemplo de esfuerzo. “Nos han instalado el valor del trabajo”, dice. “Nunca entendimos de chiquitas por qué tenía que trabajar mucho. Ahora que soy una adulta con mis propios hijos, lo entiendo”.

Ese mismo valor lo comparte su abogada, Jennifer Peyton, quien trabajó durante casi nueve años como jueza y jefa asistente de las Cortes de Inmigración de Chicago hasta que fue despedida este año por la administración Trump.

PUBLICIDAD

“Yo era buena trabajadora, así como Ramiro”, afirma. “Trabajaba fuerte, era mi ‘dream job’, pues no había ni una razón para que me despidiera. Yo me siento mejor en este lado, a este punto, haciendo lo que puedo”.

Aunque Ramiro aún debe continuar con su proceso migratorio, hoy agradece poder pasar las celebraciones de fin de año rodeado de su familia. Su caso será discutido nuevamente el 19 de mayo del próximo año en una audiencia pendiente.

Otros contenidos: