CHICAGO, Illinois. Un excomandante de la Policía Federal mexicana, alto mando de la División Antidrogas, ha sido acusado de conspirar para impedir una investigación sobre narcóticos que se llevaba a cabo entre México y Estados Unidos, a cambio de recibir beneficios personales.
Presentan cargos en Chicago a excomandante de la Policía Federal mexicana que filtraba información al cártel de los Beltrán Leyva
De acuerdo autoridades, Iván Reyes Arzate, también conocido como 'La Reina', conspiró para impedir una investigación sobre narcóticos que se llevaba a cabo entre México y Estados Unidos.


De acuerdo con la oficina del Fiscal Federal del distrito norte de Illinois, el acusado, Iván Reyes Arzate, de 45 años de edad, también conocido como ‘La Reina’, conspiró para advertir a los miembros del cártel de los Beltrán Leyva, de que eran el blanco de una investigación llevada a cabo por la Administración de Control de Drogas (DEA) y de la Oficina del Fiscal de Federal en Chicago.
En una denuncia que fue interpuesta el pasado 10 de febrero, pero que hoy se hizo pública, se informa que Reyes, y otros cómplices, informaron a miembros del cartel que la DEA había obtenido autorización judicial para interceptar sus teléfonos, y filtraron la identidad de una fuente que estaba trabajando de manera encubierta para reunir pruebas.
La denuncia indica que las autoridades de Estados Unidos y México estaban trabajando en conjunto para investigar a ciertos narcotraficantes en México, y la investigación realizada reveló que una red de miembros del cartel mexicano de alto nivel transportaron varias toneladas de cocaína de Colombia a México y, finalmente, a Estados Unidos.
Según reportan diarios mexicanos, el comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, informó hoy que Reyes había sido separado de su cargo en noviembre pasado y que la Unidad de Asuntos Internos tiene una investigación abierta en su contra.
Reyes Arzate, quien se entregó a las autoridades estadounidenses en Chicago, comparecerá en corte el próximo 13 de abril.
El cargo de conspiración en Estados Unidos tiene una pena máxima de cinco años de prisión.
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