Un hombre armado abrió fuego dentro de una iglesia de Michigan durante los servicios de este domingo, matando a por lo menos cuatro personas e hiriendo a varias, informaron las autoridades. El presunto agresor también generó un incendio y, poco después, fue abatido por agentes.
Tiroteo en iglesia en Michigan: sube a por lo menos cuatro la cifra de fallecidos
Cientos de personas estaban dentro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en el municipio de Grand Blanc, cuando un hombre de 40 años embistió la puerta principal con su vehículo y comenzó a disparar.

Cientos de personas estaban dentro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Grand Blanc, cuando un hombre de 40 años identificado por las autoridades como Thomas Jacob Sanford, embistió la puerta principal con su vehículo, salió del mismo y comenzó a disparar, dijo a la prensa el jefe de policía local, William Renye.
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Luego de que el presunto agresor se fue de la iglesia, dos agentes lo persiguieron y hubo disparos entre ellos, dijo Renye. Fue entonces cuando el sospechoso fue abatido.
La cifra de fallecidos ha subido gradualmente con el paso de las horas. Inicialmente fue informada la muerte de una persona y hacia las 8:00 de la noche (hora del Este), el número ascendía a por lo menos cuatro. Las autoridades lo habían previsto pues llamas y el humo fueron visibles en la iglesia durante horas antes de que el incendio fuera controlado. “Creemos que encontraremos más víctimas una vez que lleguemos al área donde estaba el incendio”, señaló Renye durante el día.
El jefe policial precisó que en la tarde encontraron un par de personas fallecidas en la iglesia. La cifra de personas heridas era de ocho.
El tiroteo e incendio en la iglesia en Michigan es investigado como un "acto de violencia dirigida"
La policía todavía no ha dado detalles sobre el motivo del ataque. Pero, en la noche, el agente especial del FBI en la oficina de Detroit, Reuben Coleman, dijo que el tiroteo era investigado como un "acto de violencia dirigida".
"Este acto de violencia no tiene cabida en nuestro estado o en cualquier parte del país", afirmó. "El FBI tiene el compromiso de seguir indagando en estos hechos, las circunstancias y los motivos detrás de esta tragedia", agregó.
Otro agente encargado de la división de explosivos de Detroit, James Deir, precisó que el sospechoso usó gasolina para generar el incendio y que se hallaron "posibles dispositivos explosivos" en el lugar. Aunque aclaró que desconocen por el momento si esos potenciales explosivos fueron utilizados para prender fuego a la iglesia.
Los investigadores revisaban la vivienda del presunto agresor en la cercana localidad de Burton. Las autoridades no dieron más detalles sobre él. Se desconoce si era miembro de la iglesia conocida ampliamente como la Iglesia mormona.
Este es el más reciente de muchos ataques contra lugares religiosos en Estados Unidos en los últimos 20 años, incluyendo uno en agosto en el que dos niños murieron durante una misa en Minneapolis.
El presidente Donald Trump dijo que había sido informado del tiroteo. En una publicación en redes sociales saludó la labor del FBI, que de acuerdo a la oficina local enviará a un centenar de agentes al área. La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, afirmó en un comunicado que su corazón está con la comunidad de Grand Blanc. “La violencia en cualquier lugar, especialmente en un sitio de culto, es inaceptable”, dijo.
La iglesia es "pérdida total"; autoridades buscan posibles víctimas entre los escombros

La iglesia, rodeada por un estacionamiento y un amplio césped, se encuentra cerca de zonas residenciales y de una iglesia de los Testigos de Jehová. La comunidad, de unas 8,000 personas, está a las afueras de Flint.
El tiroteo ocurrió la mañana después de la muerte de Russell M. Nelson, el presidente de mayor edad en la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a los 101 años. Según el protocolo de la iglesia, se espera que el próximo presidente de la fe, conocida ampliamente como la Iglesia mormona, sea Dallin H. Oaks.
El jefe policial Renye agregó que las instalaciones de la iglesia son "pérdida total", mientras las autoridades continuaban buscando posibles víctimas entre los escombros.
También reconoció a las personas que, en medio del caos, buscaron proteger a los niños que había en el lugar. "Protegieron a los niños que estaban en la iglesia, llevándolos a un lugar seguro", afirmó.
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