Los tiroteos no dan tregua al carpintero que hace cruces para víctimas de armas de fuego

Greg Zanis ya está armando las cruces de los fallecidos en el tiroteo en Sutherland Springs y espera salir esta noche con destino a esta localidad de Texas. A principios de octubre, el carpintero viajó a Las Vegas para rendir tributo a las víctimas del tiroteo fuera del hotel Mandalay Bay.

El carpintero Greg Zanis bajando cruces de su camioneta en una vigilia sobre la violencia en Chicago
El carpintero Greg Zanis bajando cruces de su camioneta en una vigilia sobre la violencia en Chicago
Imagen JIM YOUNG/AFP/Getty Images

CHICAGO, Illinois.- Greg Zanis, carpintero jubilado de Illinois, ha dedicado parte de su vida a construir cruces para víctimas de asesinatos en Estados Unidos. Pero este lunes por la mañana le estaba haciendo falta madera para completar su tributo a los fallecidos en el tiroteo ocurrido este domingo en Sutherland Springs, Texas.

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“No esperaba que fueran tantas cruces”, dice un reflexivo Zanis sobre lo sucedido este domingo en un templo bautista al sureste de San Antonio, y que hasta el momento tiene un saldo de 26 personas muertas, entre ellas un niño de 18 meses.

“Me siento muy enojado, molesto… El que haya sucedido en una iglesia es muy triste. No sé lo que está pasando en mi país”, agrega este hombre de 67 años, quien espera terminar esta misma noche la construcción de las cruces y salir hoy mismo o mañana temprano con destino a este poblado en el condado de Wilson, escenario de la peor masacre con arma de fuego acontecida en Texas.

Justo el viernes, el carpintero acababa de regresar de Nueva York, donde acudió a llevar su tributo a las víctimas del atropello múltiple sucedido el martes de la semana pasada a pocas cuadras del World Trade Center; hace cinco semanas viajó a Las Vegas con 58 cruces de las víctimas disparadas mortalmente durante un concierto de música country. Se trata del tiroteo masivo con mayor número de muertes ocurrido en suelo estadounidense.

“Son mártires de la violencia”, dice Zanis, cuyo objetivo desde hace más de dos décadas es ponerle un nombre y una cara a las víctimas de tiroteos y atentados.

Fue una tragedia personal lo que hizo que el carpintero dedicara parte de su vida a esta misión. Greg se dedicaba a construir casas hasta que su suegro, Ralph K. Stadler, de 71 años, fue baleado y asesinado durante un robo a mano armada en 1996 en Aurora, Illinois.

De acuerdo con el Chicago Tribune, pocos meses después, la madre de un niño de seis años llamado Nico Contreras, quien fue asesinado en un tiroteo de pandillas, le pidió que construyera una cruz conmemorativa para su hijo y fue cuando encontró su propósito en la vida.

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Desde entonces, Zanis ha viajado por todo el país colocando más de 20,000 cruces en los sitios de asesinatos y tragedias.

El año pasado, cuando Chicago acaparó titulares por el número de homicidios con arma de fuego, Zanis construyó 762 cruces para las víctimas en la ciudad. También viajó 1,200 millas a Orlando para llevar las cruces de los 49 muertos en la masacre de la discoteca Pulse.

Mientras se alista para recorrer las casi 1,196 millas que separan a Aurora de Sutherland Spring, el carpintero trabaja contra reloj para terminar de pintar las cruces de madera de color blanco, donde posteriormente colocará cada una de las fotos de los fallecidos sobre un corazón rojo.

“Sólo me hacen falta los nombres”, dice Zanis, quien en una entrevista reciente refería que quería “parar de construir cruces” al refererirse al dolor de las familias.