La secundaria Harper, en el sur de Chicago, acoge a cientos de estudiantes hispanos y afroestadounidenses, pero podría ser cerrada en poco tiempo. Padres de familia y activistas han lanzado una campaña para pedirle a la alcaldesa Lori Lightfoot que le devuelva el título de escuela sostenible a ese plantel educativo, para que cerca de 1,000 alumnos que fueron reubicados en otras escuelas en 2018 puedan regresar a las aulas de la William Rainey Harper High School.