En condiciones normales, el agua de la ciudad corre del Lago Michigan al Río Chicago, porque el lago tiene un nivel de agua más alto, pero con las lluvias torrenciales se debe monitorear el nivel en ambos cuerpos de agua, que de llegar a su nivel de almacenamiento máximo, se abren las compuertas para permitir que el agua fluya en sentido contrario del río a el lago.
En condiciones normales, el agua de la ciudad corre del Lago Michigan al Río Chicago, porque el lago tiene un nivel de agua más alto, pero con las lluvias torrenciales se debe monitorear el nivel en ambos cuerpos de agua, que de llegar a su nivel de almacenamiento máximo, se abren las compuertas para permitir que el agua fluya en sentido contrario del río a el lago.