GETTYSBURG, Pensilvania.- Casi 12 años después de haber sufrido una violación sexual en su dormitorio universitario, Shannon Keeler, la víctima que denunció sin ser escuchada, recibió justicia.
"Te violé", el mensaje en Facebook que puso fin a 12 años de espera por justicia en Pensilvania
Tras casi 12 años, la justicia llegó para Shannon Keeler, quien denunció su agresión y no fue escuchada. Un mensaje en Facebook le permitió ver condenado a su agresor.

El 20 de octubre de 2025, un tribunal del condado de Adams condenó a Ian Cleary, de 32 años, a entre dos y cuatro años de prisión estatal, tras declararse culpable de agresión sexual.
La sentencia se produce después de una larga lucha de Keeler, quien fue agredida en 2013 cuando era estudiante de primer año en Gettysburg College. Aunque denunció el ataque y se sometió a un examen forense, las autoridades no presentaron cargos en ese momento. El caso fue reabierto ocho años más tarde, luego de que Keeler recibiera una confesión directa del agresor a través de Facebook.

Confesión que reabrió el caso
En 2020, Keeler recibió un mensaje inesperado de Cleary que decía: "Así ,que te violé”.
En otros mensajes, leían: “Nunca se lo haré a nadie más” y “Necesito escuchar tu voz”.
Esa confesión escrita permitió reactivar la investigación y culminó con la detención de Cleary en Metz, Francia, en abril de 2024.
Fue extraditado este años a Pensilvania.
De acuerdo con ABC News, durante la audiencia de sentencia, Keeler relató cómo el ataque marcó su vida: "El trauma de esa noche no se limitó a mi dormitorio. Cambió mi percepción de mí misma, mi confianza, mi relación con mi cuerpo”, declaró ante el juez Kevin Hess.
Cleary pidió disculpas a Keeler y a su familia antes de escuchar la sentencia.
Además de la pena de prisión, deberá cumplir libertad condicional y registrarse como delincuente sexual de por vida como depredador de Nivel III.
Una lucha por la justicia
Keeler criticó la demora en la justicia, pero aseguró sentirse aliviada por el cierre del caso: “Va a la cárcel y será etiquetado como depredador sexual por el resto de su vida. Eso es responsabilidad y eso es justicia”, dijo en una entrevista con ABC News.
El caso de Keeler ha sido destacado por organizaciones de víctimas como un ejemplo de perseverancia y un llamado a reformar cómo las autoridades manejan las denuncias de agresión sexual en los campus universitarios.
“Lo hago por mí, pero también por las mujeres que nunca fueron escuchadas”, afirmó Keeler. “El perdón también me libera a mí. No quiero vivir con ira”.
Cleary, quien trabajó para Tesla y vivió en varios países tras el ataque, no es elegible para reducción de condena y fue trasladado a la prisión estatal de SCI Camp Hill.












