SALT LAKE CITY, Utah – Ralph Menzies, un hombre de 67 años cuya ejecución por fusilamiento fue bloqueada en agosto después de que sus abogados afirmaron que su demencia se había agravado demasiado, murió el miércoles 26 de noviembre.
Ralph Menzies, reo que se había librado de ser fusilado, murió en la cárcel en que se encontraba en Utah
La ejecución de Ralph Menzies por fusilamiento estaba programada para septiembre pasado, hasta que, en agosto, la Corte Suprema de Utah la bloqueó por el argumento de sus abogados de su condición médica. Entonces, se programó para el 9 de diciembre una nueva audiencia de competencia.

“ Falleció presuntamente por causas naturales en un hospital local a la 1:45 p.m. de hoy”, externó en un comunicado el Departamento de Correccionales de Utah. El mismo agregó que no daría a conocer más detalles médicos o de la salud de Menzies.
La ejecución por fusilamiento estaba programada para septiembre pasado, hasta que, en agosto, la Corte Suprema de Utah la bloqueó por el argumento de sus abogados de su condición médica. Entonces, se programó para el 9 de diciembre una nueva audiencia de competencia en la que se reevaluaría su estado mental.
Ralph Menzies, condenado a ser ejecutado, murió de causas naturales: Esto se sabe
Aunque inicialmente se le determinó como mentalmente competente para su ejecución el 6 de junio, fue el verano pasado cuando la Corte Suprema de Utah dijo que la progresión de la condición del reo planteaba la duda sobre su aptitud para ser ejecutado, con lo que coincidió un profesional médico estatal, según el cual Menzies no comprendía de manera racional por qué enfrentaba esa sanción.
Ello, luego de que su defensa aseguró que el condenado padecía una “enfermedad vascular avanzada que le provocó demencia, con atrofia cerebral grave”.
Si se hubiera concretado, la de este hombre habría sido la séptima ejecución por fusilamiento para un preso en el país desde 1977. Menzies eligió ese método hace décadas; fue en 1988 cuando se le condenó a muerte.
Ralph Leroy Menzies había sido declarado culpable de secuestrar y asesinar en 1986 a Maurine Hunsaker, de 26 años, cerca de Salt Lake City. El cuerpo de la mujer, madre de tres hijos, fue hallado dos días después del crimen.
Habla la familia de Maurine Hunsaker
“Creo que gran parte de esto va a ser ahora simplemente sanar. No creo que haya habido un día en que no pensara en ello”, citó AP a Jim Hunsaker, esposo de Maurine, quien manifestó haber tenido una “sensación de felicidad” cuando se enteró de la muerte de Menzies.
En un comunicado, la familia de Maurine la definió como “una joven esposa, madre, hermana, hija y amiga amorosa”. Agradeció a las autoridades también “por sus décadas de búsqueda de justicia” en el caso.
Fue el 23 de febrero de 1986 cuando Menzies, quien se encontraba en libertad condicional, secuestró a Hunsaker de una tienda. Días después, el cuerpo de la mujer fue localizado sin vida; había sido estrangulada y degollada.
Según la policía, una huella dactilar de la víctima fue ubicada en un vehículo conducido por Menzies; quien tenía también varias pertenencias de la mujer.
El equipo de defensa de Menzies también emitió un comunicado tras el fallecimiento, en el que señaló que el hombre, “en sus últimos años, se dedicó a ayudar a los demás en todo lo que pudo. Agradecemos que Ralph falleciera de forma natural y mantuviera su espíritu y dignidad hasta el final”.
Hace poco más de un año que tuvo lugar la última ejecución en Utah; se empleó para ello inyección letal. En cuanto a un pelotón de fusilamiento, no se ha empleado uno desde 2010, cuando fue ejecutado Ronnie Lee Gardner.



