AUSTIN, Texas.- Bernardo Hernández nació en un pueblo pequeño en el estado de Guerrero, México, donde le tocó una infancia muy difícil, pero tras el nacimiento de su nieta Diana, ha recibido multiplicado el cariño y amor que no recibió en su niñez.
Mexicano no tuvo cariño cuando niño, pero ahora lo recibe multiplicado por su nieta
Diana Luna y su abuelo fueron descritos como inseparables desde que la pequeña nació hace 4 años. Incluso, la menor nació un día después del cumpleaños de su abuelo.
Diana Luna nació durante en 2017 y en el parto se enrolló el cordón umbilical, por lo que su madre tuvo que ser operada de emergencia.
“Mi papá fue uno de los primeros que entró a la habitación y mientras todos se aseguraban que estuviera bien, el corrió a ver a Dianita. Así que él cree que la niña está loca con él porque fue una de las primeras voces que escuchó”, cuenta Cande Medina, madre de Dianita
Diana y su abuelo fueron descritos como inseparables desde que la pequeña nació hace 4 años. Incluso, la menor nació un día después del cumpleaños de su abuelo.
Hernández tiene 7 nietos, sin embargo, la relación que tiene con su nieta es muy especial. Ella lo motivó a realizarse dos cirugías de rodia para poder caminar y poder jugar con la pequeña.
“Mi mamá bromea que ellos se tuvieron que haber conocido en otra vida. Tienen mucha complicidad”, contó entre risas Medina.
Con mucho esfuerzo y trabajo, Hernández llegó a los Estados Unidos con toda su familia y logró que sus 5 hijos obtuvieran una profesión. Aunque su infancia y el inicio de su vida fue difícil, el señor Hernández sostiene una relación tierna con su nieta que lo hace olvidar el pasado y vivir momentos inolvidables con su familia.











































