TAMPA, Florida.- En la zona de Mulberry, en el condado Polk, residentes denuncian que un creciente número de familias está siendo afectado por recientes operativos migratorios que han dejado a muchos niños sin uno o ambos padres.
“Yo pensaba que eran muy pocos”: Piden donativos para ayudar con regalos a menores cuyos padres fueron deportados
Sólo en la zona de Mulberry, las deportaciones recientes han dejado a más de 200 niños sin uno o ambos padres en plena temporada navideña.
Por:Univision
Video Madres recolectan juguetes para más de 200 niños afectados por deportaciones en Polk
Vecinos señalan que la situación se ha vuelto especialmente dolorosa con la llegada de la temporada navideña.
“Mucha gente trabajadora ya se la han llevado, muchos niños están quedando solos. Hay casos donde incluso se han llevado a los dos papás”, relató una residente, al describir el impacto que las deportaciones están teniendo en la comunidad.
De acuerdo con testimonios locales, esta realidad podría afectar a decenas de menores durante las fiestas decembrinas.
Grupo de puertorriqueñas buscan dar regalos navideños a menores
Con la preocupación en aumento, un grupo de mujeres puertorriqueñas decidió recorrer casa por casa para identificar a los niños que podrían estar atravesando esta situación.
“Buscamos a los niños que estén sin sus papás o que les falte uno, que necesiten de nosotros. Yo pensaba que eran muy pocos, pero la realidad es que son más de 200 niños que están pasando por muchas situaciones”, explicó una de las organizadoras.
La magnitud del problema llevó a éstas residentes a coordinar una iniciativa de apoyo destinada a brindar alivio durante la Navidad. Su objetivo es reunir juguetes y donaciones para entregarlos el 25 de diciembre a los menores afectados.
“Nuestra meta es poder ayudar a todos esos niños que de una manera u otra están sufriendo”, afirmaron.
Para lograrlo, hicieron un llamado a la comunidad hispana del condado a sumarse con aportaciones. Las donaciones pueden entregarse hasta el viernes 19 de diciembre en el establecimiento Rancho Mexicano Mulberry, donde han habilitado un punto de recolección.
Las organizadoras reiteraron que, aunque la ayuda material es fundamental, también buscan enviar un mensaje de acompañamiento y solidaridad a los menores que enfrentarán estas festividades sin la presencia de sus padres.
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Los registros oficiales en Estados Unidos no permiten conocer con exactitud cuántos menores de edad han quedado desamparados tras la deportación de uno o ambos padres durante el segundo mandato del presidente Donald Trump.
Las bases de datos migratorias, como las de ICE y el Departamento de Seguridad Nacional, documentan cuántas personas son deportadas y si reportan tener hijos, pero no rastrean lo que ocurre con esos menores después de la remoción: si permanecen en el país, si son cuidados por otros familiares o si entran al sistema estatal de bienestar infantil.
Las estadísticas disponibles más cercanas a esta problemática provienen de otras fuentes oficiales. Por ejemplo, la Oficina de Reasentamiento de Refugiados ( ORR) del Departamento de Salud registra la entrada de menores no acompañados a custodia federal, pero esos números reflejan principalmente casos en la frontera y no necesariamente situaciones derivadas de deportaciones domésticas.
Otros datos verificables, como los de deportaciones de adultos con hijos ciudadanos o residentes, muestran que decenas de miles de padres han sido removidos del país en los últimos años, pero sin un registro paralelo del estatus o paradero de sus hijos.
Debido a la ausencia de un conteo federal, los investigadores dependen de estimaciones demográficas para dimensionar el riesgo. Instituciones como el Migration Policy Institute calculan que millones de niños viven en Estados Unidos con al menos un progenitor indocumentado, lo que los coloca en situación de vulnerabilidad ante cambios en las políticas de deportación. Estudios académicos, incluidos análisis del Brookings Institution, advierten que bajo escenarios de endurecimiento migratorio, el número de menores potencialmente afectados podría ascender a millones.
En estados como Florida, la información más concreta proviene de reportes periodísticos y organizaciones comunitarias que documentan casos de manera local. Algunos recuentos verificados han identificado decenas de niños afectados por la deportación reciente de uno o ambos padres, pero estas cifras reflejan sólo fracciones del panorama nacional.
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