TUCSON, Arizona – Esta semana arrancó en Pima la construcción de una instalación nueva para la Oficina del Médico Forense en la esquina suroeste de Milber Street y Country Club Road, al sur de East Ajo Way.
Para responder a la muerte de migrantes en el desierto, Tucson construye nueva sede forense
En la esquina suroeste de Milber Street y Country Club Road, al sur de East Ajo Way, arrancó esta semana en Pima la construcción de una instalación nueva para la Oficina del Médico Forense.
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Ocurre precisamente en momentos en que se registra un incremento del 90% entre 2011 y 2021 en los cadáveres que recibe la oficina, mayormente de inmigrantes que pierden la vida en su intento por cruzar la frontera hacia Estados Unidos, pues a la actual morgue llega la inmensa mayoría de quienes fallecen en el desierto de Arizona.
Mientras en 2021 fueron contabilizadas 225 muertes de inmigrantes en esa zona fronteriza, de enero a finales de noviembre la Oficina del Médico Forense del condado de Pima registró 169.
Nueva instalación forense en Pima brindará ayuda para resguardar e identificar restos de migrantes
“Estas nuevas instalaciones tendrán mayor espacio, y tendremos más recursos para responder a las necesidades (…) Podremos mantener los cuerpos por más tiempo y, en el caso de los migrantes, almacenar sus pertenencias con la esperanza de que nos sirva para que sean identificados”, cita la agencia EFE a Gregory Hess, director de la Oficina del Médico Forense en Tucson.
La nueva sede, de 34,000 pies cuadrados, tendrá una mayor capacidad de almacenaje de restos mortales, además de instalaciones más adecuadas para hacer autopsias. El condado de Pima ha tenido que comprar cuatro refrigeradores para almacenar los cuerpos en una mejor condición.
En el nuevo edificio, que tendrá un área de funciones administrativas y un área de autopsias, contará además con estaciones que brinden ayuda antropológica y de otras índoles para el almacenamiento de restos no identificados.
Respuesta al incremento del flujo migratorio en la frontera de Arizona
Se espera que estas nuevas instalaciones estén terminadas a finales del año 2024. Su costo será de alrededor de $45 millones de dólares, y podrán dar servicio a los condados de Cochise, La Paz y Santa Cruz.
El incremento en el flujo migratorio ha tenido impacto en morgues de Arizona y Texas, entidades que hacen frontera con México, y que han tenido momentos en que no se dan abasto para el trabajo de identificación, procesamiento y almacenaje de cadáveres.
Hess añade: “Estas nuevas instalaciones nos serán de gran utilidad. Podremos mantener los cuerpos por más tiempo y, en el caso de los migrantes, almacenar sus pertenencias con la esperanza de que nos sirva para que sean identificados”.
