PHOENIX, Arizona - La criónica es una 'técnica médica experimental' que aplica el frío para conservar los cuerpos de personas recién fallecidas y animales, bajo el supuesto de 'reanimarlos' en el futuro cuando haya cura para las enfermedades del presente.
La criónica, una práctica experimental de preservación de cuerpos en frío que sigue siendo controversial
La práctica de preservar en frío cuerpos humanos y de animales, bajo el supuesto de poder reanimarlos en el futuro, causa todavía escepticismo en la medicina tradicional y la comunidad religiosa.

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Criogenia, ¿una realidad?
Eso es a lo que se dedica Alcor, una organizacion dedicada a divulgar todo lo relacionado con la criónica y que afirma contar con 50 años de experiencia.
De esta práctica no se habla en la medicina tradicional y lo que la técnica propone parece sacado de una película de ciencia ficción. Pero la realidad es que los promotores de la criónica tienen la firme convicción de que es posible evitar la muerte biológica, una vez se declare la muerte legal de una persona. De hecho, existen centros que afirman contar con los equipos y tecnología para congelar y preservar los cuerpos.
Además de Alcor en Arizona, dos importantes organizaciones ofrecen estos servicios a nivel mundial: el Cryonics Institute (CI) en Michigan y KrioRus en Rusia.
“(La criónica) es realmente tu última opción. Nadie quiere ser preservado en frío. Queremos estar vivos, pero si no podemos, es como estar en una coma profundo mientras la tecnología te trae de vuelta a la vida,” dijo a Univision Max More, propietario de Alcor y actualmente presidente emérito, durante un recorrido por la sede de esta empresa en Scottsdale, Arizona.
"[Cuando alguien se somete a la criónica] lo que está haciendo es una donación anatómica de todo el cuerpo o el cerebro", explicó More, quien sostiene que Alcor es una organización de investigación científica sin fines de lucro que se rige bajo el acta de donación de órganos.
"Básicamente las personas se están donando a sí mismas para realizar un experimento científico, pues no hay garantía de que va a funcionar," agregó.
A pesar de las críticas y retos, tanto de parte de la comunidad médica tradicional como del ámbito religioso, quienes están trabajando en la criónica están convencidos de que el tiempo les dará la razón.
Según alcor.org, en sus instalaciones tienen preservados 200 cuerpos humanos y a decenas de animales. Además, indica que tienen más de 1,300 personas de todas partes del mundo que esperan ser conservados aquí al morir.
En 2016, More indicó a Univision Arizona que quienes quieran someterse a este procedimiento deben hacer un pago mínimo de $80,000 por la cabeza o $200,000 por el cuerpo entero.
Consultada este 2022, la página de Alcor indica que esos pagos mínimos se incrementarán no solo porque se ha elevado el costo de vida, sino también por los cuidados e insumos que se requieren al paso del tiempo.
La primera persona que fue criopreservada (congelada) fue James Bedford, un profesor de psicología en California de 73 años, quien murió de cáncer de pulmón en 1967. Su cuerpo permanece en las instalaciones de ALCOR, donde aún conservan también el primitivo contenedor donde estuvo almacenado y del cual fue recuperado intacto.
La negativa de la medicina tradicional y de la Iglesia en torno al concepto de la criónica
La criónica no cuenta con el aval de la medicina convencional. De hecho, la literatura médica que se recopila en la Biblioteca Nacional de Medicina no alberga el término y los profesionales de la salud se niegan a hablar de la práctica.
Expertos en neurología de la Universidad de Arizona y otros profesionales contactados para esta historia prefirieron abstenerse de comentar porque no tenían una posición positiva al respecto.
Por su parte, la Iglesia católica desestima la técnica y el trabajo de las organizaciones que la promueven.
“No se ha demostrado nada, no se ha comprobado que se esté haciendo este experimento con el ser humano”, dijo Ernesto Reynoso, sacerdote de la iglesia católica.
Agregó que mientras esto sea un experimento va en contra de la ética.
“La criónica no funciona porque solamente se preserva una parte cuando la otra parte ya ha sido llevada con Dios,” afirmó el padre Reynoso.
Con información de la reportera Daniela Zavala.
Este artículo se publicó originalmente en 2016.




