Ser un inmigrante legal de la tercera edad en Estados Unidos no necesariamente significa que es fácil conseguir un trabajo, y esto lo sabe muy bien don Manuel, quien a sus 82 años sigue laborando y lo hace vendiendo cacahuates en Arizona.
A sus 82 años este hispano vende cacahuates en las calles de Phoenix
Convertirse en ciudadano estadounidense es un alivio para los inmigrantes, pero no resuelve todos los problemas, menos aún para los hispanos de la tercera edad como don Manuel, quien se levanta todos los días a las 6am a vender semillas, garapiñados, aguas y sodas bajo el calor sofocante de las calles de Arizona.

"Son como 90 preguntas (examen de ciudadanía), yo les pedí que me las hicieran en español y pude pasar el examen", cuenta este hombre que nació en México.
Siempre se hace en la misma esquina de la salida de la interestatal 10 sobre la avenida 75, entre el denso tráfico de Phoenix y los rayos del sol, bendiciendo una y otra vez a cada persona que se detiene para hacerle alguna compra.
En otro tiempo don Manuel trabajó en la industria de la construcción, pero al pasar de los años y debido a los problemas de salud que vienen con la edad, se vio obligado a reinventarse vendiendo semillas, aguas y cacahuates en la calle.
"Una señora me encargó unas semillas de calabaza. Yo se las llevé, pero al parecer no le gustaron por el tamaño, no me las recibió y me dijo que entonces las vendiera", cuenta el hombre de 82 años. Y fue así como empezó en este negocio, el cual le da para comer día a día y del cual se siente orgulloso, porque siempre le ha gustado trabajar y no quedarse en la casa: "No me hallo en la casa".
Univision Arizona conoció de este hombre a través de un post que hizo la usuario de Facebook Teresa De Jesús, quien le dijo a todos sus sequidores que: "Este señor vende garapiñados, aguas y sodas. Si pueden comprenle ♥️♥️♥️♥️ Hace mucha calor y le echa muchas ganas". El post ya tiene más de 1.6 mil reacciones, 172 comentarios y 3.1 mil compartidas.
"Como no traía dinero (el día que lo vio) quise ayudarlo de alguna manera y cientos de personas empezaron a compartir (la publicación)", cuenta Teresa.
Don Manuel trabaja literalmente con el sudor de su frente. Su jornada laboral comienza a las 7am hasta las 12pm... pero ahí no se acaba todo. Solo espera unas horas para que baje el picante sol de Arizona y vuelve a salir de su casa para seguir vendiendo sus semillas a dos dólares.






















